La Alcazaba y el castillo de Gibralfaro. / JAVIER ALBIÑANA
Belleza e
historia pero sobre todo, imperiales. Málaga tiene repartida por su provincia algunos de los palacios que en su día gobernó algún poderoso. A lo largo
de la geografía malacitana, se pueden encontrar numerosos edificios bien
llamados palacios, cargados de historia documentada a lo largo de los siglos.
Estos palacios son testigos de la influencia y la riqueza de las familias
adineradas que poseían propiedades en diferentes ciudades y que sentían un
profundo amor por sus hogares. Cada uno de estos palacios cuenta con una
historia única, reflejando la grandeza y el esplendor de épocas pasadas. Estos
imponentes edificios, con su arquitectura distintiva y exquisitos detalles, son
una muestra del legado histórico y cultural de la región. Repasamos algunos de
ellos.
Palacio de los Marqueses de Cauche (Cauche)
Vista de la torre de lo que queda del palacio del Gauche.El Palacio
de los Marqueses de Cauche, aunque puede parecer
menos imponente en comparación con otros palacios, tiene un valor único que lo distingue.
A diferencia de los palacios ubicados en ciudades de mayor tamaño, este se
encuentra en una zona menos poblada de la provincia, rodeado de un hermoso
entorno natural y con una historia particular.
Es el
destino ideal para aquellos que deseen disfrutar de un día libre explorando el
campo, ya que además de su interesante historia, se encuentra cerca o dentro de
senderos e itinerarios ideales para caminar o hacer ciclismo.
Este
edificio tiene sus orígenes en el siglo X y fue mencionado en documentos de la
época. En el siglo XVII, Carlos II creó el Marquesado de Cauche y el pueblo
recibió el nombre de Castillo del Cauche o Villanueva del Castillo del Cauche. En 1410, el territorio fue conquistado y pasó a formar parte de
la jurisdicción de Antequera. Sin embargo, a finales de ese mismo siglo, cuando
los cristianos ya habían dominado el sur de la península, los Reyes Católicos
decidieron abandonar la fortaleza, ya que no era necesario mantenerla en un
territorio controlado.
Palacio de Beniel (Vélez-Málaga)
Vista del interior del palacio de Beniel en Vélez Málaga.En el Palacio de Beniel, se puede apreciar la figura de Miguel
de Cervantes sentado en su
puerta, inmortalizado en bronce mientras lee un libro. Aunque Cervantes no tuvo
relación directa con este edificio, su presencia en la localidad evoca su etapa
como recaudador de impuestos en Andalucía. Durante su tiempo en Vélez-Málaga, se alojó en la zona, aunque no se tiene constancia de que haya
conocido este palacio en particular. La construcción del Palacio de los
Marqueses de Beniel comenzó en 1610, después de que Cervantes ya hubiera dejado
Andalucía.
El escritor
falleció en 1616, mientras que su famosa obra Don Quijote de la Mancha se publicó en
1605. Aunque no existió un encuentro físico entre Cervantes y el palacio, su
legado y el valor histórico del edificio perduran hasta hoy. El Palacio
de Beniel se encuentra en buen
estado de conservación y actualmente alberga la sede de la Fundación María
Zambrano y otras dependencias municipales. Los visitantes pueden admirar su
hermoso patio, su techo artesonado y disfrutar de la tranquilidad y la belleza
de este edificio histórico.
Palacio de Nájera (Antequera)
Vista del patio del palacio de Nájera, Anteuquera.En el
corazón de Antequera se encuentra el majestuoso Palacio
de Nájera, cuya imponente fachada
domina la plaza del Coso Viejo. Esta maravillosa construcción, edificada a principios del siglo
XVIII, aprovechó una fachada y las ruinas de una estructura anterior para
erigir este palacio de gran belleza y elegancia.
Rodeado de
conventos, iglesias, estatuas y un rico patrimonio histórico, el Palacio
de Nájera se sitúa en un entorno
lleno de encanto. Además, en sus cercanías se pueden encontrar numerosos bares,
restaurantes y comercios que invitan a disfrutar de las delicias gastronómicas
y las experiencias culturales durante el día y la noche.
El interior
del palacio alberga el Museo de la Ciudad de Antequera, un espacio cultural que alberga una impresionante colección de
obras de arte y patrimonio de diversas épocas. Entre las valiosas piezas que se
exhiben, destaca uno de los efebos de bronce romanos más hermosos del mundo,
así como una notable colección de piezas romanas y medievales.
Palacios nazarí y taifal de La Alcazaba (Málaga capital)
Vistas de Gibralfaro desde la Alcazaba de Málaga.El Palacio
de los Marqueses de Cauche, aunque puede parecer
menos imponente en comparación con otros palacios, tiene un valor único que lo
distingue. A diferencia de los palacios ubicados en ciudades de mayor tamaño,
este se encuentra en una zona menos poblada de la provincia, rodeado de un
hermoso entorno natural y con una historia particular.
Es el
destino ideal para aquellos que deseen disfrutar de un día libre explorando el
campo, ya que además de su interesante historia, se encuentra cerca o dentro de
senderos e itinerarios ideales para caminar o hacer ciclismo.
Este
edificio tiene sus orígenes en el siglo X y fue mencionado en documentos de la época.
En el siglo XVII, Carlos II creó el Marquesado
de Cauche y el pueblo recibió
el nombre de Castillo del Cauche o Villanueva del Castillo
del Cauche. En 1410, el territorio
fue conquistado y pasó a formar parte de la jurisdicción de Antequera. Sin embargo,
a finales de ese mismo siglo, cuando los cristianos ya habían dominado el sur
de la península, los Reyes Católicos decidieron abandonar la fortaleza, ya que
no era necesario mantenerla en un territorio controlado.
Palacio de Mondragón (Ronda)
Uno de los rincones del palacio de Mondragón.Ubicado en
la ciudad de Ronda, es un auténtico palacio en el sentido más tradicional del
término. Este magnífico edificio albergó la residencia de Abd
al Malik, rey de la región en el
siglo XIV. Abd al Malik era hijo del rey de Marruecos y brindó apoyo militar a los
nazaríes del Reino de Granada en su lucha contra los cristianos. Además,
ejercía control sobre importantes plazas del sur de la península, como Ronda.
El palacio
cuenta con un pasadizo subterráneo que conecta su jardín con el alcázar de la
ciudad, una prueba de su importancia estratégica y su conexión con el poder.
Sin embargo, Abd al Malik no fue el único monarca que habitó en este palacio, ya que
después de la conquista de Ronda en 1485, los Reyes Católicos también se
alojaron en él.
A lo largo
de los siglos, el palacio ha sufrido varias reformas, como la renovación de su
fachada en el siglo XVI y la construcción de torres. Durante la época barroca,
se llevaron a cabo ampliaciones en los patios, agregando aún más esplendor al
conjunto arquitectónico.
En la
actualidad, el Palacio de los Reyes Moros de Ronda es el Museo de Ronda, un lugar que permite a los
visitantes adentrarse en la historia y la cultura de la ciudad. A través de sus
salas y exposiciones, se pueden apreciar diversos aspectos de la vida y el
legado de los monarcas que habitaron en este emblemático palacio.
Pinceladas de humor.
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