El busto del rey Pedro I que recuerda una de las
leyendas que protagoniza en la ciudad.
Las leyendas del Rey Pedro I en Sevilla.- DIARIO DE SEVILLA
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Este monarca
castellano se encuentra enterrado en la Catedral y es el protagonista de
multitud de historias en la ciudad.
Aunque Pedro I (el Cruel o el Justo,
dependiendo de si hablaba de él un contrario o un partidario) es una persona
que existió de verdad, su persona ha sido para la ciudad de Sevilla un germen
para multitud de relatos fantasiosos y leyendas que recorren parte del centro histórico
de la ciudad.
Este monarca nació en Burgos en el año
1334, en el monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, hijo de Alfonso
XI de Castilla y María de Portugal, tomó el trono en 1350 hasta su muerte en
1366, cuando fue asesinado en Montiel. Sus restos reposan en la Capilla Real de
la Catedral de Sevilla.
Las leyendas en el Alcázar de Sevilla
Este rey protagoniza varias de las
leyendas que tienen el Alcázar de Sevilla como escenario. Entre ellas
se dice que es causante de la mancha de sangre de una de las
salas, que supuestamente procede de un rival del rey (y amante de su esposa) al
que asesinó en un enfrentamiento. También que el jardín se convirtió en una
prueba en su búsqueda de un Escribano Mayor lo suficientemente sabio, para lo que
ideó un acertijo con un estanque de naranjas. Y una más es la también
protagonizada por su amante que da nombre a un rincón del Alcázar, doña María
de Padilla. Puedes leer sobre estas leyendas en este enlace.
La cabeza del rey don Pedro y el candil
Otra leyenda da nombre a una de las calles
de la ciudad, la calle Cabeza del Rey Don Pedro. Esta cuenta que el
rey mató una noche en esa calle a un hombre que se dedicaba a mancillar su
nombre con mentiras. Lo hizo así para no provocar una guerra civil con la
familia de los Trastámara-Guzmán de los que era partidario, aunque no
contó con la presencia de una testigo: una mujer que alertada por el
ruido se asomó a la ventana con un candil.
El padre del asesinado acudió al monarca
para pedir justicia y el rey aseguró que si el victimario era descubierto su
cabeza sería colocada en un nicho en la calle de los hechos. Por ello se
ofreció una recompensa en Sevilla para conseguir información, que la familia de
la testigo hizo llegar al rey. La leyenda cuenta que Pedro I les dio la
recompensa e hizo colocar una caja de madera en el nicho, que cuando fue
abierta tras su muerte reveló una cabeza de piedra del monarca.
Un busto del monarca se mantiene en la
calle en la que los hechos tuvieron lugar según la leyenda, mientras que un
candil en la calle Candilejo marca el lugar desde el que la testigo pudo ver al
rey cometer el crimen.
Pedro I y María Coronel
Otra leyenda que tiene como antagonista al
rey Pedro I es la protagonizada por María Coronel. Se
dice que esta noble sevillana fue objeto de una obsesión no correspondida por
parte del rey. Este, aunque era causante directo de la desgracia de la mujer
(su padre y su marido murieron a sus manos o por sus órdenes) se obsesionó con
ella y comenzó a acosarla y a intentar secuestrarla.
La leyenda cuenta que María Coronel huyó a
la Torre de Don Fadrique donde un milagro hizo que las plantas de perejil crecieran
y la ocultaran de los hombres del rey que la buscaban.
Otra historia cuenta que el monarca fue en
persona al convento de Santa Clara donde la mujer había pedido refugio. Y al
verse acorralada se arrojó aceite hirviendo en el rostro. Su medida
desesperada funcionó, ya que cuenta la leyenda que el rey la dejó tranquila
desde entonces.
Pinceladas de humor
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