Detalle del cuadro sobre Boabdil de Alfred Dehodencq.
37).- El Ave Fénix avvfénix.blogspot.com.es 24/08/2023
Boabdil
el chico, el último Sultán de Al Ándaluz. diairo de andalucía
El último sultán del reino nazarí lucho con uñas y dientes para poder
conservar el reino de Granada antes de entregarlo a los Reyes Católicos
·
Se convirtió en emir del reino nazarí de
Granada en dos ocasiones y firmó pactos con Fernando el Católico en tres
El último sultán de Granada fue Boabdil el Chico, apodado así por los cristianos, pero los musulmanes lo llamaban el Zogoby que significa el desdichado. Sin duda este nombre tiene mucho que ver con el desenlace de su vida y el devenir del pueblo musulmán dentro de la Península Ibérica, ya que los habitantes de origen árabe se sintieron completamente traicionados por el que sería el último sultán que habría en España.
Boabdil el Chico es recordado como el
último dirigente del reino nazarí de Granada, el territorio que restaba de
al-Ándalus antes de que ser tomado por los Reyes Católicos. La entrega y
toma de Granada, de la que fue uno de los protagonistas entre los años 1491 y
1492, ha sido plasmada en multitud de obras pictóricas, aunque no fue el único
momento en el que sus caminos se cruzaron.
Este joven nació en la Alhambra y sus
padres fueron el rey Muley Hacén y la sultana Aixa y a pesar de l ser
heredero del trono de su padre, quiso acceder a él antes de tiempo y no dudó en
enfrentarse a su progenitor para liderar el reino de Granada. Para ello contó
con la ayuda de su madre y consiguió derrotar a su padre, no obstante, en 1483,
un año más tarde del suceso, fue prisionero de los Reyes Católicos, una
oportunidad que aprovechó el rey Muley Hacén para restablecer su reinado.
Como los Reyes Católicos lo que querían
era fomentar la desunión de los musulmanes y por este motivo liberaron a a
Boabdil a cambio de hacerse vasallo del reino de Castilla, posición
que aceptó y que no sentó bien a sus paisanos porque además debía entregar a
los Reyes Católicos los territorios que pertenecían a su padre.
Apoyado por los Católicos, pudo hacer frente a su padre y después a su tío
el Zagal, cuando, tras la muerte de Muley Hacén, este fue nombrado sultán por
sus partidarios.
La afrenta entre tío y sobrino duró un
tiempo y todo parecía perdido para el hijo de Aixa pero con el apoyo de las
tropas cristianas pudo vencer y finalmente entró en el Albaicín y se hizo
nuevamente con el reino de Granada. Se instaló en la Alhambra y asumió el
sultanato por segunda vez y firmó con los reyes cristianos un pacto que
obligaba al nuevo sultán entregar Granada, llegado el caso, a cambio de un
dominio señorial en las comarcas orientales del reino.
Ambas partes rompieron ese acuerdo y eso
desencadenó una nueva lucha, solo que con un adversario diferente, Boabdil no
pretendía ganar la batalla contra las tropas castellanas, sabía que su ejército
era menor y tenía menos posibilidades, no obstante, quiso obtener una mejora en
el acuerdo con los Reyes Católicos. En 1491, con la ciudad de Granada
sitiada, las dos partes se reunieron de nuevo para negociar.
Lo que Boabdil proponía era los
derechos de los habitantes de la ciudad de Granada fuesen respetados, incluidos
los relacionados con el ámbito religioso. Se respetarían sus vidas y
haciendas, sus formas de vida, sus usos y costumbres y su religión. Los que no
deseasen permanecer bajo dominio cristiano podrían abandonar el reino,
llevándose consigo sus pertenencias. (Esas condiciones serían incumplidas muy
pronto en lo que se refiere a la religión: los mudéjares granadinos pasaron a
convertirse en moriscos). Boabdil entregaría la ciudad a Fernando el
Católico el 6 de enero, a cambio de un señorío mucho menos importante que el
pactado en el acuerdo anterior.
Cuando finalmente se marchaba de la ciudad
por la que tanto había luchado cuenta la leyenda que se giro y con un profundo
suspiro se lamentó de tener que partir de la misma, a lo que su madre le
respondió de manera brusca y tajante: "Llora como una mujer lo que no
has sabido defender como hombre". Esta frase ha calado con el paso de
los años y ha terminado representando la figura de Boabdil como un sultán
cobarde y poco capacitado para el mando, algo que no se ajusta a la realidad
del momento.
Boabdil el Chico murió en el exilio, en
torno al año 1533 en el Reino de Fez en el que había pedido asilo
tras marcharse de la península después de la muerte de su esposa Morayma.
Pinceladas de humor.
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