14 C).- El Ave Fénix avvfénix.blogspot.com.es 20/08/2023
Diez botellas para entender y enamorarse de los vinos de Jerez. El Mundo
Singulares y versátiles,
protagonizan desde hace algunos años la 'sherry revolution'. ¿Pero qué tienen
estos vinos que seducen a expertos, cocineros y aficionados por igual?.-
Estén o no de moda, de
lo que sí estamos seguros es de la fascinación que generan los vinos de
Jerez, el gran tesoro vínico de nuestra geografía. Iniciamos nuestro cursillo veraniego
de Jereces para principiantes con unos apuntes básicos sobre
su origen, elaboración y crianza, y 10 sugerencias para poner en práctica lo
aprendido. Quién pudiera volver a ser amateur.
Para hablar del origen
de los vinos de Jerez tenemos que trasladarnos al Cádiz de finales del siglo
XVIII: el puerto más importante del país y un punto estratégico para el
comercio con Inglaterra. Colarnos en aquellos barcos que transportaban vinos
encabezados con alcohol para asegurar sus cualidades en los viajes de ultramar.
Y llegar hasta principios del XIX, a la independencia de las colonias
americanas, cuando los españoles volvieron con dinero para invertir en el
mercado del vino de Jerez. Aunque también podemos recuperar las reseñas que
grandes literatos como Shakespeare, Cervantes, Lord Byron o Fleming escribieron
sobre sus bondades.
Colón, Magallanes o la
familia real inglesa fueron los grandes prescriptores y embajadores de estos
vinos fuera de nuestras fronteras. El primero se aprovisionó de jereces para
embarcarse hacia el Nuevo Mundo y el segundo gastó más en vino que en armas
cuando preparó su recorrido naval alrededor del mundo en 1519. Sobre la tercera
tiene la culpa el corsario Francis Drake, que hizo llegar 3.000 botas de
Jerez a la reina de Inglaterra después de saquear las bodegas jerezanas.
Haciendo honor a un
pasado viajero, en la actualidad, los vinos de Jerez se exportan a países de
todo el mundo: desde Reino Unido hasta Canadá, pasando por Brasil, Australia o
Japón, entre otros muchos, con una gran acogida y aprecio por parte de los
consumidores. Pero Jerez es Jerez y hoy tiene la importancia que tiene en el
mundo del vino por tres peculiaridades: la albariza, una tierra blanca y
cegadora que retiene el agua y aporta la característica salinidad de estos
vinos; la uva palomino, de la que proviene el mosto, y la conjunción entre
crianza biológica bajo velo de flor y crianza oxidativa en botas
(barricas jerezanas) de roble americano con el sistema de criaderas y soleras.
Gracias a este
singular procedimiento, genuino del Marco de Jerez, los vinos más jóvenes
se mezclan con los más viejos año tras año, ganando estos en frescura y
juventud, y aquellos en cuerpo y solidez de sus mayores. Reproduciendo la
calidad de un mismo vino a lo largo del tiempo en una especie de blend de
añadas.
Las hileras de botas
reposan en las imponentes bodegas-catedrales.
Los jereces son vinos
generosos porque sobrepasan los 17 grados de alcohol. Algo que surge de un
proceso de elaboración atípico, herencia de aquella necesidad viajera, que
comienza con una primera fermentación de los mostos, al final del cual se
produce la aparición del velo de levaduras de flor.
A partir de aquí, el
capataz de bodega decide si fortificar (añadir alcohol vínico) el
vino base para determinar su crianza. Un proceso que dará lugar a los distintos
tipos de sherry. Diez, para ser exactos: fino, manzanilla, amontillado,
oloroso, palo cortado, PX, Pale Dry, Pale Cream, Medium y Cream. Unos dulces,
potentes y cremosos, los menos, y en su mayoría secos, ligeros y salinos; todos
elaborados a partir de tres variedades blancas: palomino, Pedro Ximénez o
moscatel.
Distintos tipos de
vino para diferentes gustos y momentos. Porque es precisamente su variedad y
versatilidad lo que hace posible que se pueda acompañar una comida completa
sólo con jereces, desde el aperitivo hasta el postre. Las opciones de
maridaje que ofrecen son infinitas, de ahí que grandes cocineros y sumilleres
alaben sus posibilidades.
Para entender Jerez
hace falta ir a Jerez. Caminar entre las hileras de botas de sus
imponentes bodegas-catedrales y dejarse seducir por el encanto de las
pequeñas bodegas de cosechero. Hay que oler, probar, cerrar los ojos y evocar
todos esos siglos de historia embotellada. Para enamorarse de Jerez hace
falta querer disfrutar. Aquí tienes 10 buenas formas de empezar.
AMONTILLADO LOS ARCOS (LUSTAU)
Envejecido durante
cuatro años bajo velo de flor y con una crianza oxidativa de cuatro años más en
la bodega jerezana de la Emperatriz Eugenia, Los Arcos de Bodegas Lustau es un
vino excelente para adentrarse en el universo de los generosos andaluces.
Un amontillado clásico, con buen equilibrio y prominente carácter. Precio:
12,50 euros.
TÍO PEPE TRES PALMAS (GONZÁLEZ BYASS)
Con 10 años de crianza
bajo velo de flor que le otorgan una personalidad arrebatadora, Tres Palmas es
una de las cuatro maravillas enológicas de la Colección Tío Pepe Finos Palmas.
Un vino que marca el límite entre el fino y el amontillado, ideal para
darse un homenaje con sabores contundentes, en cualquier momento del año.
Precio: 41,95 euros.
FINO AÑADA ECOLÓGICO EN RAMA 2015 (WILLIAMS &
HUMBERT)
Lanzado al mercado en
2018, este fino en rama nacido en el pago de Burujena (Trebujena) fue primer
fino ecológico del Marco de Jerez. Un vino que ha permanecido en crianza
estática durante tres años, sin moverse de la misma bota. Fresco,
punzante, seco y muy mineral, elegante y equilibrado. Puro vicio. Precio: 16,90
euros.
REGENTE (SÁNCHEZ ROMATE)
Envejecido durante más
de 15 años en una de las bodegas más antiguas de Jerez -proveedora oficial de
la Cámara de los Lores del Reino Unido y del Sacro Palacio Apostólico del
Vaticano (ahí es nada)-, es uno de los vinos más apreciados del Marco. Su
relación calidad-precio hace que sea perfecto para adentrarse en el
"misterio" del palo cortado. Precio: 15 euros.
MANZANILLA LA GITANA EN RAMA (HIDALGO)
La cara más fresca,
ligera y delicada de la manzanilla de Sanlúcar es la de La Gitana, elaborada
por Bodegas Hidalgo a partir de palomino fino seleccionada de los mejores pagos
del Marco de Jerez: Balbiana y Miraflores. Una manzanilla con una crianza
biológica de ocho años, embotellada sin filtrar (en rama) para
mantener su pureza. De la bota a la copa. Precio: 12,50 euros.
OLOROSO EL ALFÉREZ (PEPE RODRÍGUEZ DE VERA)
Sopla Poniente es la
apuesta de Rodríguez de Vera por el Marco de Jerez y sus satélites, cuyos vinos
nacen de la colaboración con grandes bodegas de Andalucía. El Alférez es
un oloroso intenso, elegante y muy particular, que no deja a nadie
indiferente. Para paladares aventajados. Precio: 47,60 euros.
LEONA CREAM
El cream es uno de los
vinos más versátiles del Marco de Jerez, dulce pero no empalagoso, con un
toque de acidez tremendamente adictivo, y perfecto para tomar solo o con un
bloque de hielo. Bodegas Viuda de Manjón lo elabora a partir de una selección
de olorosos de crianza oxidativa, endulzados con Pedro Ximénez. Una delicia que
no entiende de momentos ni de estaciones. Precio: 15,95 euros.
LA BOTA DE MANZANILLA PASADA 90 (EQUIPO NAVAZOS)
La larga
crianza de esta manzanilla (14 años de media, de ahí su sobrenombre de
"pasada") procedentente de una solera de 15 botas seleccionadas
minuciosamente por Equipo Navazos, aporta potencia, complejidad y también
equilibrio, con unas notas oxidativas de lo más elegantes. Una manzanilla para
pasar de nivel. Precio: 39,90 euros.
XIMÉNEZ-SPÍNOLA OLD HARVEST
Un Pedro Ximénez de
crianza oxidativa fuera de lo normal. Iba a ser un zumo de pasas, pero una
hidratación incompleta durante la vendimia de 1964 lo llevó a ser lo que
actualmente es: la sabiduría de las criaderas embotellada. Un vino único
en el que la PX muestra notas similares a las del palo cortado o el oloroso,
sin perder la sutileza y elegancia que caracteriza a esta variedad. Precio:
24,50 euros.
PALO CORTADO VORS (TRADICIÓN)
Tradición es la única
bodega del Marco de Jerez dedicada exclusivamente a los vinos viejos
catalogados como V.O.S. (Very Old Sherry) y V.O.R.S. (Very Old
Rare Sherry), con más de 20 y 30 años de crianza, respectivamente. Este palo
cortado procede de soleras de Domecq del siglo XVIII y vinos de Croft de 1970 y
1982 y su envejecimiento medio supera los 32 años. Gloria bendita. Precio:
116 euros.
Pinceladas de humor
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