No todo es lo que parece.
Todos tenemos experiencias en la vida, y algunos las
convierten en historias.
Es muy frecuente que lo
que vemos no sea exactamente lo que ocurre, o mejor dicho que lo que vemos
siempre es el envoltorio, pero la mayoría de las veces es diferente al
contenido, y eso no es ni bueno ni malo, ni es una crítica negativa,
simplemente es lo que es.
Si miramos en nuestra
propia vida, en nuestro interior o en nuestro entorno, seguro que encontramos
cosas que corroboran lo que estoy diciendo. Vamos a poner algún ejemplo (se
ajusta a la realidad).
Hay en nuestro barrio
una pareja de jubilados septuagenarios que se están haciendo conocidos porque todos
los días, mañana y tarde pasean juntos, casi por el mismo recorrido, lo que
hace que se vayan conociendo cada día más. Entre los vecinos de su bloque ya
son superconocidos, y casi siempre por el mismo motivo. Entre los menos
conocidos ya se empiezan a conocer como es pareja de mayores que pasan a diario
cogidos de la mano.
Están pero que muy bien
para su edad, agiles, dinámicos, abiertos de mente, se adaptan bien a la
progresión de la vida (bueno casi) y una conversación muy frecuente entre ellos
(ya suelen repetir las mismas con frecuencia) es que todas las personas mayores
que conocen se les nota bastante que va pasando la edad por ellos, pero que a
ellos no, y le pregunta uno a otro, tú no lo
ves así, y el otro le contesta, seguro que sí, yo me siento como cuando
tenía cuarenta años (la fe que no falte, que eso no perjudica a nadie)
Son agradables, (en
especial ella que es más sociable) educados, correctos, se paran a hablar con
todas las personas conocidas, sobre todo con sus vecinos, y con algunas no tan
conocidas, Josefin (le llamaremos así) necesita poco para ponerse de charleta
con el que se deje y si me apuras con lo que ella provoca, (como dirían en mi
pueblo, le gusta buscar pelea dialéctica constructiva y social, metafóricamente
hablando).
Son la admiración de
todos los que le conocen de cerca y les
va viendo a diario, el espejo donde les gusta mirarse, como les gustaría ser a
ellos de mayores. Lo comentan con sus parejas, sean jóvenes o de mediana edad,
en esto casi todos coinciden, aunque la mayoría en especial los jóvenes saben
que esto es una utopía.
Pues
bien, aquí viene el contenido, el ir cogidos de la mano no obedece a que les
apetezca, si no a una necesidad. Carlos empieza a tener problemas de
estabilidad producidos por problemas en el sistema vestibular, Josefin se
siente insegura al caminar, dice que es al no llevar el bolso, aunque ella
misma sabe que eso es un pretexto.
Los
médicos, a los que a esa edad hay que visitar con frecuencia, en ambos casos dicen que es cosas de la edad,
del desgaste físico lógico por el paso de los años, y debe llevar razón, aunque
también es una salida muy utilizada por estos grandes y magníficos profesionales,
saben que con ese dictamen nunca se van a equivocar, siempre es cierto, y las
personas mayores lo aceptan como parte de la realidad de la misma vida.
Pues estáis viendo que No todo es lo que parece,
y ellos piensas que mal sienta llegar a esta edad, cuando eres consciente del
camino que te queda para llegar a la meta.
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