2/4 Los 20 lugares
imprescindibles para visitar en Sevilla
06. La
Torre del Oro
La torre defensiva
del siglo XIII es la vigía incansable del Guadalquivir y la niña bonita de
Sevilla. Típica es la estampa de turistas que lanzan su foto desde el
cercano Puente de San Telmo para
captar la imagen de la Torre del Oro en primer término, la Giralda a su derecha
y la Torre Sevilla a su izquierda. En su interior contiene el Museo Marítimo de
Sevilla, que los lunes puede visitarse de manera gratuita.
07. Reales
Alcázares
Uno de los palacios
en uso más antiguos del mundo, es el monumento árabe más emblemático de
la ciudad, con un interior decorado con jardines reales que son escenario de
algunas de las secuencias de la última entrega de ‘Juego de Tronos’. Al margen
de su oropel islámico, y de la huella barroca impresa por las distintas
reformas, es un espacio actividad cultural de primer orden.
08. Barrio
de Santa Cruz
Consecución
laberíntica de callejuelas en el antiguo barrio judío, que nos llevan hasta
casas señoriales, típicos zaguanes y patios y plazas, como la de Santa Cruz,
donde una placa recuerda que en ese lugar están los restos del insigne
pintor Bartolomé Esteban Murillo, que Sevilla homenajea este 2018 con su Año Murillo. A un paso Plaza de San Francisco, Plaza Nueva y Ayuntamiento
09. Ayuntamiento,
Plaza Nueva y Plaza de San Francisco
Tiendas de postín en
la Plaza Nueva,
donde se encuentra el Ayuntamiento plateresco, que son la antesala del
despliegue comercial de las calles
Tetuán y Sierpes. Aunque las franquicias se suceden a lo largo de
estas vías, aún quedan comercios tradicionales capaces de hacernos vivir un
hermoso regreso al pasado. A las espaldas del Ayuntamiento, que ofrece visitas
guiadas, se encuentra la Plaza de San
Francisco, centro neurálgico de la Sevilla del XIV, donde
a lo largo de los siglos fue sede de torneos, corridas de toros,
mascaradas y ejecuciones públicas.
A un paso: Las setas
de la Encarnación y la Plaza de San Pedro.
10. Setas
de la Encarnación
Metropol Parasol de
la Encarnación, obra de Jürgen
Mayer, es mega-gastrobar
y museo subterráneo, Antiquarium, todo en uno bajo seis impresionantes
paraguas (parasoles) que asemejan a una gigante esponja de mar. Se trata de un
punto de encuentro vital (diurno y nocturno) de la ciudad.
A un paso. El
Rinconcillo y la Plaza de San Pedro.
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