La Feria en
horario diurno. / M. G. 25 Abril, 2023 - Feria de
Abril Diario de Sevilla
63) El Ave Fénix avvfénix.blogspot.com.es. 25/04/2023
Las
mañanas y las tardes de la Feria de Sevilla
Quiero verte envejecer con
la luz de la tarde para admirar esa belleza que sólo se alcanza con la madurez.
No quiero verte llegar, prefiero ir a tu encuentro, que la alegría
es mejor cuando se consigue por fin ese abrazo largamente deseado. Quiero
sentir tu frescor de primera hora cuando nos miramos los dos y alguien descorre
una lona para fisgonear nuestra cita. Temprano, siempre temprano. Sin focos, tal vez la música de algunos cascabeles
prematuros, cuando el agua limpia brilla en los adoquines de Gerena que
debieron pisar nuestros abuelos en el Prado, cuando una bestia bebe de un cubo
en una placidez de campo en soledad, cuando una gitana ordena claveles en un
cubo, un camarero corta una viena en rebanadas y de lejos suena el eco de la
armónica de un afilador. Quiero
verte reluciente cuando nadie te mira, bajo el cielo de papel que guarda la
sequía. A mí me gustas como la
Catedral: hasta en los días de lluvia. Lo mío contigo siempre ha sido
incondicional. Quiero verte de algodón rosa, gorrones en la puerta, miniaturas
de plata de la portada en la solapa, los bajos del pantalón con lamparones de
albero y los zapatos ribeteados de ese dorado que es la cera de esta fiesta
laica. Quiero verte envejecer con
la luz de la tarde, con la belleza que solo alcanza la buena madurez, cuando todos te observan pero tú sabes, ay, quien procuró tu
mirada más exclusiva, quién se
trabajó la amanecida para disfrutar del mar plato de tu despertar sereno. Quiero verte despacio, al ritmo de una sevillana de Pascual,
apretar el talle ceñido de tus mañanas largas y vencer, otra vez, la tentación
de tu noche poderosa. Sabes que me gustas con luz para evitar la confusión de
los pardos.
Siempre nos hemos querido, pero nunca lo hemos exhibido. No soportaste y sigues sin soportar que haya otra… Otra que se lleva la fama, los pregones y los quejíos de las
saetas. Nos veremos despiertos los dos, bien despiertos siempre, que no se nos
vaya un detalle, un juego de miradas, un riesgo, unos trajines, un rato con la
gente buena, un regate a esa otra que son las brasas que genera el fuego de
toda fiesta, idas y venidas por tu piel de albero, vanidades, mentiras que son
verdades y verdades que son siempre caducas. Quiero verte, que nos enfademos
como cada año y después… nos reconciliemos al encontrarnos en el cristal
travieso de una cornucopia. Nos guiñaremos el ojo, me iré y mañana me buscarás
al amanecer. Y allí estaré para
verte, cuando nadie te mira. Con la
luz del gozo a la espera de tu belleza añeja de la tarde, esa hermosura altiva
de abanico, cuello alto, pelo recogido y ojos profundos de quien se sabe mirada
por tantos, pero despertada solo por uno.
Tiempo de tardeo
Sube la temperatura y el glamour en el lunes de Feria de Abril 2023 Juan Carlos Vázquez Osuna
·
Cada vez más personas retrasan la hora de entrada en el
real a las últimas horas de luz, sobre todo cuando son días laborables y las
temperaturas son altas
La Feria a
la una del mediodía tiene el aspecto de una engañosa tranquilidad. Los
caseteros limpian y preparan para que todo esté listo, los operarios ponen los
farolillos que el chaparrón de la madrugada del sábado destrozaron. Se ponen
poco a poco porque, según explican desde el Ayuntamiento, la máquina que
utilizan para elevar a quienes colocan manualmente cada farolillo necesita que
el albero esté compacto para poder desplazarse. Entre los paseantes a esa hora por el
real, un grupo de personas mayores a las que van a
homenajear en una de las casetas, algunos turistas con pantalones cortos ellos
y camisetas de tirantas ellas, en claro contraste con los señores enchaquetados
que llegan tarde a alguna recepción y alguna –pocas a primera hora–flamencas de
lunares y volantes.
El primer
día de la Feria laborable es el día de las recepciones oficiales. Por muy
organizada que se tenga la agenda es difícil acudir a todas. El tiempo una vez
que se atraviesa la portada es relativo y los minutos se convierten en horas.
Las copas de Feria son el recuerdo del origen comercial de la fiesta. Aún hoy
en día hay negocios que comienzan en una caseta.
Hasta las
cinco de la tarde aún
se podía andar por las calles del real sin problemas e incluso había sitio en
las mesas de las casetas. Conforme avanzaba la tarde y los grados bajo un sol
que parecía querer quedarse a bailar sevillanas, empezaron a aparecer los
feriantes. Es el misterio que pocos llegan a entender. Durante esta semana se
compagina el trabajo con la diversión. Se puede estar más o menos cansado, pero
la Feria no es excusa para no trabajar al día siguiente, ni el trabajo razón
para dejar de pisar el albero.En la Feria se trabaja, y mucho.
Uno de los
camareros, con más de 20 años entre las mesas de la caseta explicaba que todo
había cambiado mucho. “Antes venían mucho a comer, ahora empiezan a animarse a
partir de las ocho de la tarde”. Los cocheros son otro de los gremios que
contribuyen al colorido de la fiesta. Los controles aleatorios que se les
realizó ayer a la salida del Real fueron todos negativos, según informó
Emergencias Sevilla.
Calor
Es sólo el segundo día, pero el calor parece que va a ser el
gran feriante este año. Según Aemet, hoy se esperan 36 grados, que no es nada
comparado con los 39 grados que se esperan alcanzar el jueves y viernes. Unas
temperaturas totalmente veraniegas que están poniendo a prueba el aguante de
las chaquetas y corbatas y los volantes de las flamencas. La sombra cotizaba al
alza y cada vez más. Tanto es así que los grupos que estaban en la calle
aprovechaban cualquier naranjo por muy escuálido que esté es un buen protector
contra los rayos del sol. Aunque una jarra de rebujito o una manzanilla muy
fría también pueden contribuir, siempre con moderación, a que se noten menos
los grados del termómetro.
Las
temperaturas y la economía hace que cada vez gane más seguidores el tardeo. Las
casetas y el paseo de caballos comienzan a animarse a partir de las seis de la
tarde, casi a las siete como suele ocurrir los días laborables en una semana en
la que el cuerpo y el bolsillo se ponen a prueba “porque es una vez al año y
hay que disfrutar. Lo hemos pasado tan mal durante los dos años de pandemia,
que hay que pensar en vivir la vida”, sentenciaba una señora que vivió el
traslado del Prado de San Sebastián a Los Remedios en la cola del autobús ya de
vuelta después de una comida con todos sus nietos. Porque, al final, la fiesta
manda y las ganas de vivir.
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