Capítulo 5º.- Localización
y seguimiento.
Sigue pasando el tiempo
y Rubén no cesa en su búsqueda. Uno de los días visitando un mercadillo
instalado en una feria que se celebra con motivo del aniversario de una de las
batallas entre moros y cristianos, en uno de los puestos de venta de
manualidades (pulseras, colgantes…) cree ver a Noelia. Está bastante cambiada,
pero parece desde lejos que es ella, hay otro compañero que por lo que parece
debe tener una buena relación, quizás su pareja o con quien comparta su vida.
Rubén se queda
observando desde la distancia un tiempo, para asegurarse que es ella y poder
pensar cómo debe aproximarse para hablar con ella. Mientras tanto por la forma
de funcionar entre ella y su compañero, parece que sí que hay algo posiblemente
mayor que una amistad entre ambos. No tiene claro cómo abordarle, no quiere
estropearlo y volver a perderé la pista después de tantos meses de búsqueda.
Esa fiesta dura todavía dos días más, el fin de semana, supone que también van
a estar en ese puesto. Ante la indecisión de cómo actuar, prefiere arriesgarse
a volver el día siguiente, con las ideas más claras, después de comentarlo con
Esperanza y con un plan de actuación definido. Al llegar a casa están durante
el resto del día Rubén y Esperanza valorando las diferentes opciones y cuál
puede ser la más aconsejable, así como si se presentan los dos, o solo uno de
ellos.
La noche ha sido
interminable, y con la decisión tomada a primera hora del día se ponen en
marcha para ir a la feria, con muchos nervios, ansiedad y la incertidumbre de
cómo se va a desarrollar. El acuerdo ha sido dejarse ver y pasar cerca del
puesto solo uno de ellos, para ver si en algún momento Noelia mira y les
reconoce. Se irán cambiando por si reconoce mejor a uno que a otro. Pero nada,
después de varias veces comprueban que esto no da resultado, a pesar de que en
alguna ocasión Noelia ha mirado al frente y parece no les ha visto. “Les ha
dado la impresión de que mira, pero no ve”. Parece que la mirada la tiene un
poco perdida. Puede influir también, (aunque parezca poco probable) que no les
haya identificado. Se supone que lo que menos espera es verles en aquel sitio y
ambiente, y que los meses pasados hayan hecho mella en la imagen de Rubén y de
Esperanza, y eso si que es cierto, los meses pasados más bien han parecido años
en ellos.
Al quedar un día más de
esa feria, deciden de nuevo no afrontar directamente el ir a hablar con ella, y
van a pensar de nuevo como pueden hacerlo. La decisión es que Rubén se
disfrazará para no ser reconocido y se acercará al puesto en calidad de
cliente, y Esperanza se quedará viendo el resultado a una distancia prudencial,
al mismo tiempo por si Noelia o su compañero salieran del puesto, poder
seguirles para una posible posterior localización en el sitio donde vivan.
Rubén se acerca al
puesto, irreconocible, le atiende el compañero (a partir de ahora le llamaremos
(Jeremías). Noelia está atendiendo a otra persona y no está pendiente de nada
más. Rubén le pregunta a Jeremías por una pulsera que dice le gusta para su
hija, sin que Jeremías le pregunte le dice que tiene una hija adolescente, un
niño más pequeño y que quiere llevarle una regalo a cada uno, que tienen otra
hija de veinte años pero que no está en casa, que hace un tiempo no sabe nada
de ella, por lo que le gustaría, pero no le puede comprar nada. Jeremías le
oye, aunque no parece escucharle.
En un determinado
momento Noelia, se para, se queda quieta y reflexiva, como pensando, como
recordando, parece que ha habido algo que le ha recordado otros tiempos. Quizás
el timbre de voz de Rubén, parece estar durante un espacio pequeño de tiempo
como pensativa, pero pronto vuelve a su rutina. Rubén que en todo momento está pendiente
de ella, se le ha acelerado el corazón, ha creído que por la voz le había
reconocido, y está a punto de descubrirse.
Visto que todo sigue
igual, Rubén sigue mirando cosas, dejando pasar el tiempo para ver si Noelia
tiene alguna reacción positiva. Por un momento ella le mira, pero nada, más
parece que la mirada ha sido pensando quién será el pesado este que lleva tanto
tiempo viendo cosas y no se decide por ninguna.
En ese momento Jeremías
dice tener que hacer una gestión y salir un poco. Esperanza nada más verle salir le sigue a una distancia corta, no tiene
riesgo de que le reconozca, Jeremías a ella no le conoce, ella a él le ha
conocido hoy, difícilmente su cara ya se le va a olvidar.
Ahora o nunca, piensa
Rubén.
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