martes, 8 de junio de 2021

Odisea para salvar a su hija... Capítulo 8º

                           

Odisea para salvar a su hija… de la droga.        08/06/2021

Capítulo 8º.   Noelia localizada.

Así fue, Carlos se introdujo en el edificio donde estaba Noelia, se hizo su sitio dentro para ser uno más del grupo y así poder estar más cerca de Noelia y conocer mejor su situación. Pasó este mensaje a Rubén.

“Noelia localizada, voy a quedarme en este edificio para intentar contactar directamente con ella y conocerle mejor, te enviaré nueva información cuando vaya consiguiendo objetivos”

En principio Rubén y Esperanza vieron por primera vez que aquello podía llegar a buen término, al menos era algo más positivo de todo lo que habían logrado hasta ese momento, por todos el resto de cauces que lo habían intentado.  

Quince días después Carlos  volvió a enviarle un informe amplio de todo lo conseguido. Se reproduce.

Informe de Noelia.

Los primeros días me fui situando cerca del espacio donde Noelia se ubicaba dentro de este edificio, para poder estar más próximo e ir conociendo como actuaba y ver la forma de poder entablar con ella conversación poco a poco. La convivencia con otros compañeros de edificio era casi nula, hablaba lo justo, muy poco, solo con alguno de ellos. Por lo que he podido averiguar estaba unida a una persona con la que convivía (Jeremías), recientemente ha fallecido por una sobredosis de una droga adulterada. Esta pérdida ha ocasionado que Noelia se encierre en ella misma  y rehúya el contacto con otras personas, Está muy triste y desubicada, la mayoría del tiempo está durmiendo, al menos con los ojos cerrados, posiblemente para evitar la conversación con otros compañeros. La tristeza de su mirada dice todo lo que siente, su estado anímico es preocupante. No come casi nada, se va deteriorando por días.

Cuando Jeremías vivía salían a la calle todos los días, a buscar medios para su subsistencia. Comida, bebida, droga, lo primero era necesario pero no imprescindible, la droga si se  tenía que conseguir como fuera. Noelia tocaba la guitarra y Jeremías hacia malabares con pelotas en los semáforos. Cambiaban de zona con frecuencia, si por la mañana sacaban lo suficiente para el día, por la tarde estaban en algún parque o plaza, normalmente con otras personas de su grupo o conocidas. De no ser suficiente por la tarde se ponían de nuevo. Tenían estipulada una cantidad mínima y cuando la conseguían se retiraban.  

Muy poco a poco conseguí cambiar algunas palabras con Noelia (ella desconocía mi misión), utilizaba la información que tenía facilitada por  otros compañeros, para que las preguntas o conversación las considerara Noelia de interés. Poco a poco esto se fue ampliando, empezó a contarme cosas como había sudo su vida su vida con Jeremías: cuando y como se conocieron, el tiempo que llevaban juntos, lo que le gustaba más de él, como era… Las primeras conversaciones todas eran sobre el mismo tema. Para darle más confianza yo le contaba cosas sobre mi vida, unas eran  verdad y otras inventadas, con la misión de que se ampliara la confianza y se fuera abriendo a otro tipo de conversación.  

De ahí fue pasando a contarme su vida en los estudios, su infancia, después como habían sido sus primeros pasos para llegar a la droga, más adelante de su familia. Pasados unos días y ante la visión de que prosperaba la idea para la que estaba allí, cada vez eran más largas las conversaciones y la confianza entre nosotros dos iba en aumento, me atrevería a decir que cuando esta no se celebraba ya nos faltaba algo, a los dos, y nos buscábamos para seguir hablando y estar más tiempo juntos. Cuando iba a tocar a la calle, le acompañaba hasta el sitio elegido y al terminar pasaba para recogerla.

Al no estar yo metido en el consumo de droga, empecé a hablarle de que se podía vivir sin eso. Al principio cuando le mencionaba eso, rápidamente cambiaba la conversación, no quería saber nada. Poco a poco fue cambiando, admitía incluso la posibilidad de en algún momento poder dejarlo y salir de esa adicción. Uno de los inconvenientes más insalvables creía podría ser volver a ver de nuevo a su familia, y que les volvieran a acoger, si llegaba el momento de estar convencida de que quería salir. Ella desconocía que esa era mi principal misión, conseguirlo, al menos intentarlo hasta el máximo posible.    

Yo cada día estaba más convencido de que eso iba a ser posible en breve, ya no solo era mi deseo por tener el objetivo cumplido con plena satisfacción. Lo deseaba cada vez más, Noelia había empezado a ser para mí una amiga un poco especial. Ya no era cumplir mi misión, ya era mi deseo, y lo tenía que conseguir. Y a ello me iba a dedicar con todo mi esfuerzo y deseo.

Y así se lo comuniqué a Rubén y Esperanza, que en poco tiempo iba Noelia a estar preparada reunirse con su familia y empezar una nueva etapa de la vida. La reacción de Rubén y Esperanza al conocer esto, ya se puede imaginar, sobre todo si eres padre o familiar de algún caso parecido.

Como en casi todas las cosas hay imprevistos con los que no se cuentan al no formar parte del guión, pero que surgen y no se puede hacer nada por evitarlos. Y en este caso pasó, y fue que…

 


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