Odisea como salvar a su hija... de la droga. Capítulo 6º

                                     

                   avvfénix.blogspot.com.es             05/06/2021                   

Odisea para salvar a su hija… de la droga.

Capítulo 6º.   Ahora o nunca.    

Rubén mira hacia atrás y ve que Esperanza ha iniciado en seguimiento. Llegó su momento, ya no puede demorar más el identificarse con Noelia.  Ese momento, cuando le llama la atención a Noelia para que le atienda, se oye un giro “Al ladrón, al ladrón, detenerle”. Sufre un empujón grande que le hace caer sobre el tenderete de las pulseras, rueda todo, Rubén cae al suelo liado entre las cosas que había en venta. Se arma un lio de voces y personas corriendo.

Un chico joven corre como un gamo huyendo de una señora que va dando voces detrás de él, pero que pronto se va quedando a una distancia considerable. Las personas más cercanas se quedan un poco desconcertadas, pero ninguna reacciona en parar o atrapar el ladrón, quizás tampoco hayan hecho mucho para ello, (eso suele pasar, salvo excepciones). Los policías locales de servicio llegan, pero cuando puedan hacer algo ya va a ser demasiado tarde. 

Noelia al oír al ladrón y ver que el puesto se ha ido por tierra, incluida la persona que estaba como cliente, se asusta y desaparece. Cuando Rubén reacciona ya no le ve, empieza a buscar cerca y a preguntar a las personas más cercanas, y recibe pocas respuestas, una señora mayor le dice cree haber visto una chica salir corriendo del puesto, cuando todo el lio, pero no ha visto en qué dirección iba o para donde. Rubén en principio piensa que tendrán que volver a buscar las cosas del puesto, pero para lo que tienen tampoco le extraña que lo hayan dejado. Especialmente  si Noelia ha salido corriendo y se ha perdido. ¿Tendría algo que temer, o simplemente se asustó?.

Mientras tanto Esperanza ha seguido a Jeremías durante un tiempo, al poco de salir del puesto se ha parado a hablar con una pareja, parece ser que colegas, siguen andando los tres juntos unos diez minutos y se separan, Jeremías sigue solo. Entra en el aparcamiento de vehículos asignado para esta feria. Entra en una furgoneta con bastantes años de servicio, al poco tiempo sale con algo pequeño en la mano, cierra y se vuelve a dirigir al puesto de nuevo. “El desconoce los últimos acontecimientos”. Cuando va a medio camino se encuentra con Noelia, que viene muy deprisa y alterada, hablan algo muy rápido, dan media vuelta y entran en la furgoneta. Arrancan y salen a toda pista.

Esperanza se queda un poco desconcertada, busca un bolígrafo en su bolso para tomar nota de la matrícula, pero no le da tiempo solo anota la mitad, tampoco conoce la marca o el modelo del vehículo, simplemente que es una furgoneta blanca, de tamaño medio, con algunos pequeños golpes en las chapas y deterior de la pintura. Pero no más. Regresa al puesto en busca de Rubén, no le ve venir de frente hasta que Rubén llega a su lado y le habla, ya no recordaba que iba disfrazado.

Se comentan lo ocurrido y quedan decepcionados. Lo han tenido en la mano y se les ha escapado. Hablan con los policías locales, les comentan la situación, para ver si les pueden dar alguna pista o orientación de por dónde pueden seguir investigando y buscando. Estos le comentan pasen por comisaria que hay una sección con personal que está especializado en estos grupos de personas (marginados, sin techo, o al menos domicilio estable y conocido). El día ha ido pasando, ya es tarde avanzada y les queda poco margen de maniobra. Deciden volver a casa y mañana por la tarde (por la mañana trabajan) visitar esa comisaria y ver si les dan alguna luz para seguir hacia adelante.  

Al día siguiente Esperanza tiene  un compromiso de una gestión inmobiliaria con un cliente a las doce de la mañana que posiblemente le lleve varias horas y no pueda acompañar a Rubén hasta la comisaría. Llegada la tarde Rubén se desplaza para hacer la gestión. Tienen que esperar a que la persona que está al cargo de esa sección le pueda atender. Llega el momento le cuenta toda la historia, poner una denuncia no procede, Noelia es mayor de edad y se ha ido por voluntad propia. De Jeremías tampoco, no saben quién es, donde vive o como identificarlo, pero además es que no hay ningún motivo que pueda amparar una denuncia.

Después de dos horas le han facilitado la información de todo lo que consideran pueda estar relacionado y servirles como ayuda en la gestión de búsqueda. Rubén cree que de toda la información tiene algún hilo para seguir, lo comentará con Esperanza y mañana va a empezar por…