Ser Autónomo

                   

.                                 avvféníx.blogpost.com.es                             10/04/2020

Ser Autónomo.

“Un emprendedor es un autónomo con glamour”

Ser Autónomo, tiene dos peculiaridades totalmente opuestas. Satisfactoria y gratificante, cuando los resultados obtenidos son buenos, producto del esfuerzo, dedicación, profesional y entusiasmo del propio autónomo. Ingratos, cuando por circunstancias propias o ajenas algo no sale bien y no se cuenta casi con ningún tipo de protección o amparo como puede tener un funcionario o trabajador de una empresa.

Ser Autónomo. Se llega a ser Autónomo principalmente por dos causas. Ser un buen profesional en su actividad, estar seguro de sí mismo, querer crecer laboral y económicamente  y ser independiente. Entonces se asume el riesgo

Ser Autónomo. Se llega a ser Autónomo por necesidad de trabajo, bien que no lo encuentres y decidas iniciar esta aventura, o porque la empresa donde se estaba te ha dejado fuera, por cualquier causa, y necesitas generar los  recursos económicos para vivir. 

“Si comienzas con nada y acabas con nada, no has perdido nada… salvo la ilusión”

Opciones. Si se es un profesional cualificado, darse de alta en la base de cotización y en impuesto de actividades económicas. Los riesgos que se asumen son pocos,  las pérdidas puede ser mínimas, el condicionado de las bases de cotización los primero  meses es baja y los impuesto si no generas beneficios no hay que pagarlos. Sólo tenemos en cuenta lo económico, la otra parte negativa de que no se consiga aparte de la dedicación y el entusiasmo que se haya puesto es la frustación, que además llega en un momento que no son de los mejores.    

Montar un negocio. Generalmente pequeño, que genere un puesto de trabajo y repercuta los suficientes beneficios económicos. Si todo va bien y funciona, estupendo se ha conseguido el objetivo, aunque casi nunca repercute en función del tiempo que se le dedica y que a veces implica ayuda de algún familiar que no se tiene en cuenta a la hora de valorar los beneficios que este debía producir. 

Pero tiene bastantes riesgos.  Si no se cuenta con instalaciones propias donde desarrollar la actividad y es necesario ir al mercado del alquiler, y/o a la compra de maquinara, vehículo, instalaciones, preparación y puesta en marcha, la cosa cambia y puede ser una aventura.                             Si se dispone de recursos económicos, se invierten y posiblemente sean necesarios todos los que se disponen, si además de eso tienes que pedir un préstamo a entidad bancaria, familiares o amigos, esto no pinta bien. Los primeros días o meses se intenta captar la atención de todos los familiares, amigos, amigos y conocidos de los amigos y de los familiares y puede que vaya bien.                    Pero al poco tiempo “el agua vuelve a su cauce” y todo esto desaparece. Puede ser encontrarse  ”solo ante el peligro”

Si no va muy bien se va aguantando con la esperanza de que va  a funcionar, se cambian cosas, se introduce productos nuevos  y diferentes, se hace publicidad, se ponen ofertas y baja precios, “se va aumentado el hoyo”. El tiempo va pasando y creemos ver en el horizonte que no va a tener solución, la economía empieza a faltar, los pagos cuesta hacerlos, reponer no es posible porque no se vende y porque ya no hay medios económicos para hacerlo.

Las franquicias es otra opción a la que se suele recurrir bastante, la mayoría de la pequeñas no funcionan. Suelen ser de cosas innovadores y de moda en esos momentos, que suelen pasar pronto de moda. Suelen ser de implantación rápida y con poco mobiliario, pero en locales céntricos y de precio alto de alquiler. Los canon de entrada y mensuales, son muy altos en compensación a lo que dan. El marketing con el que nos venden el producto está muy estudiado “suelen vender humo” lo normal es que convenzan, en espacial cuando la mayoría son personas sin experiencia en negocios, les hacen “las cuentas de la vieja” le enseñan rentabilidad del producto y es tremenda. Pero claro, en el supuesto de que se venda, no se hace antes un análisis de cuantos van a ser los costos  mensuales además del sueldo de la persona, y cuanto hay que vender para que sea rentable. Si se hicieran estás números antes, pocos negocios de pequeñas franquicias se iban a poner.

En cualquier de los dos casos “tanto monta, monta tanto” es bastante probable que pasados los seis primeros meses, sea necesario cerrar el negocio, y la situación que queda es bastante negativa. Se vuelve a estar sin trabajo y endeudado, y muy posiblemente frustado y psicológicamente afectado.

 

Mañana. Ser un buen gestor