La capilla Sacramental de San Lorenzo, en la que se
encuentra enterrad Juan Ramírez Bustamante “Diario de Sevilla”
La historia del
Matusalén sevillano, el cura de la iglesia de San Lorenzo que vivió más de 120
años.
·
Este sevillano fue
piloto, maestro y sacerdote, además de tener más de 50 hijos con diversas
mujeres.
Sevilla ha sido hogar de personas peculiares
a lo largo de su historia, una de ellas fue Juan Ramírez Bustamante, quien
se ganó a pulso el sobrenombre de 'Matusalén sevillano'. De él se dice que
llegó a vivir hasta los 121 años.
'Más viejo que
Matusalén'
Juan Ramírez
Bustamante nació en la década
de 1550 en e seno de una familia hidalga y además de su larga vida,
su existencia estuvo marcada por la aventura y las curiosidades que dejaría
para las generaciones venideras.
En su juventud se hizo piloto y participó en numerosos viajes
de ida y vuelta con el Nuevo Mundo, formando parte de expediciones que
descubrieron multitud de islas, nuevas al menos para los europeos. En esa época
no solo se enfrentó al mar, sino también a los piratas que había en
sus aguas.
Consiguió hacerse con el título de piloto mayor de la Carrera de
Indias cuando tenía cuarenta años, que permitía pasar la mitad de un año
en tierra por cada año de navegación. En ese periodo de su vida se casó y
enviudó y volvió a casarse y, desgraciadamente, volvió a enviudar. Al parecer
llegó a casarse cinco veces y se dice que llegó a tener más de medio
centenar de hijos con sus apellidos (unos 40 legítimos y 10 fuera del
matrimonio).
Cuando rondaba ya los sesenta años dejó el mar y se dedicó a la enseñanza en
Sevilla. En la Universidad de Mareantes, que se encontraba donde hoy está
la calle Betis, fue profesor de Matemáticas y Astronomía durante
un cuarto de siglo.
Tras esto se dedicó a crear mapas y a leer sobre teología, lo que
le llevó a prepararse para ser sacerdote cuando tenía 99 años.
Una vez ordenado visitó al Arzobispo de Sevilla para saber cuál sería
su destino, aunque no consiguió ninguno ya que el Arzobispo le consideró
demasiado mayor para una tarea que daba tanto trabajo.
Por eso, Juan Ramírez escribió una carta al rey Felipe IV, que
fascinado por la edad del nuevo sacerdote obligó al Arzobispo a aceptar la
petición del anciano, quien quería ser enviado a la parroquia de San
Lorenzo. Esta tenía fama de atender a algunos de los feligreses más complicados
de la ciudad, lo que hacía creer al Arzobispo que el nuevo sacerdote no duraría
más que un invierno allí. Sin embargo, Juan Ramírez superó las expectativas y
estuvo en la parroquia durante 22 años.
Su muerte llegaría a los 121 años, pero no por enfermedad ni la
vejez, sino por un accidente. Al parecer el hombre se desnucó después de
que uno de los peldaños de una pasarela que había en la calle de Las
Palmas cedió bajo su peso.
Los restos de tan interesante sevillano se encuentran enterrados en
la Capilla Sacramental del Sagrario de la iglesia de San Lorenzo.
Pinceladas de humor. Matusalén sevillano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario