86) El Ave Fénix avvfénix.blogspot.com.es 09/05/2023
Sevilla que maravilla, Sevilla tiene un
color especial.
A día de
hoy, Sevilla es una de las ciudades más importantes de España (la
cuarta), Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza.
Sevilla,
está entre las ciudades más visitadas de Europa, (3.000.000)aprox. de turistas
en 2022) en algunos medios la incluyen
entre las cinco primeras, en otros a partir del número 10 en el (13)
aquí no hay una coincidencia, si bien tiene un buen puesto en el
ranking.
Sevilla es una ciudad muy agradable para vivir, reune muchas caracterícticas que influyen en ello, Sevilla es uno de los mejores destinos para pasear según "The Guardian" por su llanura muy aconsejable y cómoda para pasear en bicicleta y andando, tiene todo lo que puede tener una gran ciudad pero con un tamaño medio 700.000 habitantes aprx. , es un ciudad grande pero no agobiante. El carácter de sus habitantes es abierto y agradable (Andaluz), la temperatura es extraordinaria aunque en los meses de verano el calor es un poco excesivo, es una ciudad donde sus habitantes están muy acostumbrados a estar parte del tiempo en la calle, se está muy bien. En Ocio, espacio culturales, históricos, monumentos… tiene todo lo que se puede necesitar, el Rio Guadalquivir tiene varios puentes, el nivel de vida es medio alto. Que voy a contar, no he nacido en Sevilla pero llevo viviendo 40 años y creo que no la cambiaría por ninguna otra ciudad del Mundo, conozco las principales de Europa y aunque hay verdaderas maravillas creo que esta reúne en su conjunto mejores condiciones en general, aunque cosa a cosa otras reconozco que le superan.
Civitatis Sevilla
Historia de Sevilla
Sevilla es
una ciudad con una historia rica y apasionante, repleta de avatares
que la han convertido en la encantadora ciudad de marcado carácter
que es en la actualidad.
Los orígenes de la ciudad
El origen
de Sevilla, aún hoy, sigue siendo confuso, aunque como tantas ciudades
tiene sus leyendas; hay quien la asocia con la fabulosa Tharsis,
aunque la teoría más aceptada es que fue fundada por el mismísimo Hércules,
quien la cedería a su hijo Hispano. De este hecho procedería el término
“hispalis”.
Según la
versión más verosímil, la ciudad fue fundada por la tribu ibérica de los
turdetanos que habitaban el valle del Guadalquivir, territorio que se
correspondía con la antigua Tartessos.
Los
turdetanos denominaron “Spal” o “Ispal” al poblado que crearon en una isla del
Guadalquivir.
Posteriormente
fue poblada por los fenicios, los griegos y los cartagineses.
En el 205
a.C. Sevilla fue usurpada a los cartagineses por los romanos en el trascurso de
la Segunda Guerra Púnica. Durante dos siglos participó de la convulsa historia
que vivió la metrópoli romana.
En el 43
a.C. la ciudad fue tomada por Julio César que cambiaría su denominación por la
de “Iulia Romuela” o “Romula”, llegando a ser la ciudad más importante de la
provincia romana de la Bética.
Muestra de
su importancia es el hecho de que, con la llegada del cristianismo, el
emperador Constantino el Grande la otorgó la silla episcopal, una de las cinco
en que se dividió a Hispania.
Tras la caída de Roma fue
ocupada por los vándalos silingos
hasta que fueron expulsados por los visigodos, quienes la convirtieron en una
de las capitales de su reinado.
En este
punto Sevilla vivió uno de los momentos más novelescos de la época visigoda
cuando Hermenegildo se reveló contra su padre el rey Leovigildo y
asedió la ciudad desviando el cauce del Guadalquivir.
En este
momento tendría lugar otro hecho memorable que pasaría a formar parte de la
historia de la ciudad. Durante el banquete conocido como “la cena de las velas”,
los nobles sevillanos apagaron las velas y aprovecharon el apagón para asesinar
al rey godo Teudiselo.
A pesar de
que la capital goda se trasladó a Toledo, la importancia cultural de
Sevilla se mantuvo con dos importantes personajes, San Leandro y San Isidoro.
El escudo de la ciudad de Sevilla tiene como figuras centrales a ambos obispos
junto al rey Fernando III.
En el año
712 el musulmán Abd al-Aziz ibn Mussa tomó Sevilla, cambiando su nombre de
Hispalis por el árabe Isbiliyya, de donde deriva Sevilla.
En el 715 la
ciudad pasó a depender del poder de Córdoba.
A la caída
del Califato de Córdoba surgieron por toda la península los llamados reinos de
taifas. En Sevilla tomó el poder Abu I Qasim que iniciaría la dinastía de los
Banu Abbad, dando lugar al Reino Abadí de Sevilla.
Buenos tiempos para
Sevilla
En 1091 la ciudad fue invadida por los
Almorávides y unas décadas
después por los Almohades. Durante el dominio Almohade Sevilla alcanzó
su máximo esplendor y se convirtió en la ciudad más importante
de España. En esta época se construyeron la Torre del Oro y la Mezquita Mayor, de la que aún se conserva el minarete, la Giralda.
El 23 de
noviembre de 1248, tras un largo asedio, Sevilla fue conquistada por el rey
castellanoleonés Fernando III el Santo, convirtiéndola en una de las capitales
de su reino.
En el
siglo XVI se construyeron los edificios más importantes del centro de Sevilla, la Catedral, el Archivo de
Indias, el Ayuntamiento, la
Audiencia y la Casa de la Moneda, se creó la Universidad y se instaló en
Sevilla la primera imprenta del reino de Castilla.
En este
momento la población de la ciudad alcanzó los 150.000 habitantes,
pero su esplendor no fue completo ya que no logró cuadrar sus cuentas por la
dura competencia presentada por Florencia, Génova, Lisboa y los Países
Bajos.
A la
prevista catástrofe económica se unió la catástrofe demográfica ocasionada por la
peste de 1649 que acabó con la mitad de su población,
por lo que Sevilla ya no se recuperaría hasta el siglo XIX.
Durante la contrarreforma de Sevilla se
instalaron 73 conventos, de
cuyo ambiente religioso surgirían los pintores Valdés Leal, Murillo y
Zurbarán, y los escultores Martínez Montañés y Juan de Mesa. De esta época
datan la gran mayoría de las iglesias, retablos e imágenes de la afamada
Semana Santa que se celebra cada año en la capital.
En 1717 la
Casa de Contratación de las Indias se trasladó a Cádiz, perdiendo Sevilla gran
parte de su importancia económica y política.
Resurgiendo más fuerte
que nunca
En 1728 se
instaló en Sevilla la Real Fábrica de Tabacos que tanta importancia tendría
para el futuro de la ciudad. Un siglo después la ciudad inició una expansión
apoyada en la construcción del ferrocarril.
Durante el siglo XIX Sevilla fue
protagonista fundamental de los avatares de la política nacional: la Guerra de la Independencia, la junta
revolucionaria de Narváez y Córdova, el levantamiento contra Espartero, los
motines por el golpe de estado de O´Donnell, la Revolución de 1868 y las
Revueltas Cantorales de 1873. También fue un núcleo importante del anarquismo
de la CNT.
En el siglo XX Sevilla organizó la
Exposición Iberoamericana de 1929,
celebración que modificaría notablemente el aspecto de la ciudad.
Antes de
la Guerra Civil Sevilla vivió grandes movimientos anticlericales. Durante la
Guerra Civil cayó desde el primer momento en el bando nacional y vivió la
guerra como ciudad de retaguardia.
Una vez
finalizada la guerra, Sevilla sufrió dos sucesos luctuosos: la explosión del
polvorín de Santa Bárbara ocurrido el 13 de marzo de 1941 y la gran riada del l
de noviembre de 1961.
Con el
Estado de las Autonomías Sevilla se convirtió en la capital de la
Comunidad Autónoma de Andalucía.
La Exposición
Universal de 1992 fue otro de los acontecimientos que proporcionaría
otro gran empuje a Sevilla; nuevas infraestructuras prepararon la capital para
la llegada del siglo XXI.
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