85) El Ave Fénix avvfénix.blogspot.com.es 08/05/2023
. La mariposa blanca
"Había una vez en Japón un anciano cuyo nombre era el de
Takahama, y que vivía desde su juventud en una pequeña casa que él mismo había construido junto a un
cementerio, en lo alto de una colina. Era un hombre amado y
respetado por su amabilidad y generosidad, pero los lugareños a menudo se
preguntaban porqué vivía en soledad al lado del cementerio y por qué nunca se
había casado.
Un día
el anciano enfermó de gravedad, estando cercana ya su muerte, y su cuñada y su
sobrino fueron a cuidarle en sus últimos momentos y le aseguraron que estarían
junto a él todo lo que necesitara. Especialmente su sobrino, quien no se
separaba del anciano.
Un
día, en que la ventana de la habitación estaba abierta, se coló una pequeña mariposa
blanca en el interior. El joven intentó espantarla en varias
ocasiones, pero la mariposa siempre volvía al interior, y finalmente, cansado,
la dejó revolotear al lado del anciano.
Tras
largo rato, la mariposa abandonó la habitación y el joven, curioso por su
comportamiento y maravillado por su belleza, la siguió. El pequeño ser voló
hasta el cementerio que existía al lado de la casa y se dirigió a una tumba,
alrededor de la cual revolotearía hasta desaparecer. Aunque la tumba era muy
antigua, estaba limpia y cuidada, rodeada de flores blancas frescas. Tras la
desaparición de la mariposa, el joven sobrino volvió a la casa con su tío, para
descubrir que este había muerto.
El
joven corrió a contarle a su madre lo sucedido, incluyendo el extraño
comportamiento de la mariposa, ante lo que la mujer sonrió y le contó al joven
el motivo por el que el anciano Takahana había pasado su vida allí.
En su
juventud, Takahana
conoció y se enamoró de una joven llamada Akiko, con la cual
iba a casarse. Sin embargo, pocos días antes del enlace la joven falleció. Ello
sumió a Takahama en la tristeza, de la que conseguiría recuperarse. Pero sin
embargo decidió que nunca se casaría, y fue entonces cuando construyó la casa
al lado del cementerio con el fin de poder visitar y cuidar todos los días la
tumba de su amada.
El
joven reflexionó y entendió quién era la mariposa, y que ahora su tío Takahama
se había reunido al fin con su amada Akiko".
Un
hermoso cuento de origen japonés que nos habla sobre el amor, concretamente de un amor
capaz de trascender el tiempo e incluso la muerte. Un amor eterno.
2. Los seis sabios ciegos y el elefante Cuentos
"En
una ocasión había seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista,
siendo ciegos y empleando el sentido del tacto para experimentar y conocer las
diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había
visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de
uno le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles
su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se
acercaran y lo tocaran.
Los
sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin
de saber cómo era dicho ser.
El
primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual
lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo
que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto
con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El
cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la
rodilla del elefante llegó a la conclusión de que se trataba de algo semejante
a un árbol. El quinto lo desmintió al tocar la oreja del ser, valorando que se
parecía a un abanico. Por último el sexto sabio llegó a la conclusión de que en
realidad el elefante era como una fuerte pared rugosa, al haber tocar su lomo.
Tras
haber llegado a distintas conclusiones, los sabios empezaron a discutir respecto a
quién poseía la verdad. Dado que todos defendían sus posiciones
con ahínco, recurrieron a la ayuda de un séptimo sabio el cual podía ver. Este
les hizo ver que en realidad todos ellos tenían parte de la razón, dado que
habían estado describiendo una única parte del conjunto del animal, a la vez
que aún sin equivocarse ninguno de ellos había podido conocerlo en su
totalidad".
Un cuento clásico procedente de la India; esta historia nos habla de la necesidad de tener en cuenta que
nuestro punto de vista no es el único que existe sobre la realidad: debemos
valorar que las opiniones, creencias o conocimientos de otras personas pueden
ser tan válidas y verdaderas como las nuestras, sin necesidad de que ninguno de
los dos esté equivocado.
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