Crecer en positivo
y/o adaptarse.
Como meta a conseguir
hay que crecer en positivo: día a día, sin bajar la guardia, sin que se
convierta en una obsesión pero con constancia, sin agobios pero con firmeza,
sin esfuerzos pero sin descanso, sin que te desvíe o entorpezca tu forma de
vivir, pero de forma permanente. Y se consigue, sin lugar a dudas, no de una
forma muy rápida pero si sólida, poco a poco te vas acostumbrando a intentarlo
y poco a poco lo vas consiguiendo, casi sin darte cuenta, pero llega un momento
que forma parte de ti mismo, notas que te falta algo si no lo estás intentando.
Y no convertirlo en una
obligación o en un cargo, más bien en una competición en la que te gusta
participar y tienes la seguridad de que la vas a ganar, tampoco hay una meta
determinada, esto puede durar el tiempo que nosotros queramos, toda una vida,
un solo día, lo que se quiera, los resultados obtenidos van a depender del
tiempo y la constancia que le dediques, y merece la pena y mucho…
” El que
quiere puede, y el que busca encuentra”
Durante
el proceso y en cualquier situación de la vida, tanto en lo positivo como en lo
negativo, hay que intentar siempre conseguir la mejor opción y el mejor
resultado, mirarlo y analizarlo con serenidad, desde una situación en la cual
nos salgamos un poco del momento y acto para verlo desde fuera, aunque estemos
inmersos de lleno en él “Vive con intensidad el
presente pero está siempre por encima de las circunstancias”. Míralo como si le estuviera ocurriendo a tu mejor amigo y
tú quieres ayudarle a tomar la mejor decisión, es puede estar inmerso en el
tema y no ver con claridad, y tú desde la cercanía pero desde la distancia lo
ves con mayor claridad.
Te voy a
poner un ejemplo. Imagínate que el tema se está desarrollando en una habitación
con escaleras a la plana de arriba y tú te subes varios peldaños hasta el
primer rellano, desde el que ves y oyes todo lo que ocurre, estás my cerca del
caso pero con la suficiente distancia para poder verlo y analizarlo con visión
completa de los hechos, pero con serenidad. Sin duda la solución a aplicar va a
ser mucho más acertada.
Esto no
implica que siempre se tome la decisión más acertada, equivocarse forma parte
del día a día del ser humano, pero al menos lo has intentado con la mejor
intención, y siempre es mejor equivocarse por hacer las cosas que no saber si
lo harías bien por no intentarlo.
Adaptarse, al momento, a la situación a
las circunstancias. Una vez analizado el
caso y tomada la mejor decisión, que no siempre puede que sea la más acertada o
la que solucione el problema, hay que pasar a la acción. Ante cualquier
situación de la vida, como dice el párroco cuando casa a una pareja de novios
“en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza…” y jugar la
partida que nos toque, que unas veces será mejor que otra y puede que no nos
guste ni nos venga bien, pero es lo que hay. No nos vale de nada quejarnos o
lamentarnos de que esto podría haber sido de
otra forma, la partida está en marcha y las cartas son las que tenemos,
por lo tanto a hacerlo con el mejor estado de ánimo y la mejor actitud, y
adelante, sin olvidar que en algunas ocasiones puede ser ante situaciones
complicadas como una enfermedad propia o de una persona cercana, la perdida de
esta o situaciones económicas irreversibles, no olvidemos””Tener la serenidad de aceptar lo que no podemos cambiar,
el valor de cambiar lo que podamos y la sabiduría de saber distinguir la
diferencia diferencia”.
Pinceladas de humor. Mi psiquiatra me dijo que estaba loca… Le dije que quería una segunda
opinión. Me dijo que también era fea.
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