avvfénix.blogspot.com.es 09/06/2020
Abuso de poder,
nepotismo, despilfarro, enchufismo.
Abuso de poder. Aprovecharse
de la autoridad que se tiene para extorsionar a otra
persona o entidad con el fin de cumplir
sus propios intereses.
Nepotismo. Trato de favor hacia familiares o amigos, a
los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin
tener en cuenta otros méritos.
Despilfarro. Gasto excesivo e innecesario de dinero o
bienes materiales.
Enchufismo.
Práctica de conceder empleos o beneficios por enchufe.
Sánchez pone a su mejor amigo al frente de una nueva
dirección general de Transportes, con un sueldo de 90.000€ anuales. Publicado diversos
medios de información.
Este nombramiento contiene las cuatro frases con las que se abre esta
publicación. Y es el botón de muestra de una gran colección que suele tener la
clase política. La equivalencia de estas cuatro
frases equivale a “Corrupción”. Pero estamos tan acostumbrados a ella
que forma parte de nuestra vida cotidiana, y la aceptamos tal cual, aunque se
hace a base de nuestros impuestos, los que al mismo tiempo salen de nuestro
trabajo.
Cuando hay un cambio en la presentación política de un País, Comunidad,
Provincia, Capital o Población, lo normal es que salgan los anteriores
elegidos, y entren los nuevos. Cada escalafón de ellos desde el Gobierno hasta
el último concejal del Ayuntamiento más pequeño, sus mandatarios, lo primero
que hacen es renovar su equipo de personas. Ahí empiezan los enchufes, normalmente
los eligen no por méritos propios de las personas a ocupar en nuevo
puesto, si no por los favores que tiene
que pagar o los familiares o amigos que los rodean. Si es necesario se crean
nuevos puestos, aunque no sean necesarios.
Esto no es exclusivo de una u otra formación o partido político, todos
suelen hacer lo mismo, y los que no han llegado al poder, lo hacen en la áreas
o puesto que les correspondan, en función de los acuerdos que entre ellos
realizan, generalmente a cambio de otros favores.
Hay una frase que dice “que me pongan
donde hay que de lo demás me encargo yo” y
es lo que hacen, pero hay una pregunta que debemos hacernos cada uno de
nosotros “y si fuéramos nosotros que haríamos”
creo que la mayoría lo mismo.
Deberían legislarse unas normas con el condicionado de todos los
requisitos necesarios para entrar en política, y recoger en ellas todo lo
necesario para evitar en lo posible estas anomalías.
“La política debería ser una carrera más,
y aprobar o no, como ocurre con el resto, por méritos propios” al menos, que para
cada cargo que ocupe el elegido conozca la especialidad a la que va a dedicar su actividad.
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