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30/03/2010
España y el Mundo
están de luto.
El Mundo y todos sus habitantes estamos
de luto, sin distinguir: Continente, País, Región, Ciudad, Distrito o Calle,
tampoco: Religión, Ideología, Color, Edad o Sexo,
nos afecta a todos y cada uno de sus habitantes, 7625 millones en 2020 aproximadamente,
por la pandemia del Coronavirus.
Si hace unos meses nos hubieran preguntado si esto podría ser posible
en el Siglo XXI, la respuesta de la mayoría sería no; pensábamos eso era cosa
del pasado, (y no muy reciente). Y en caso de producirse algo parecido, que la reacción
en su contención sería casi automática por los adelantos que hay en casi todas
las áreas o especialidades: Sanidad, Tecnología, Equipamientos y otros.
Pero no ha sido así, nos ha cogido desprevenidos y con las defensas
bajas. Nos ha dejado noqueados. La capacidad de respuesta no ha sido la adecuada,
en principio porque se creía era una cosa pasajera, después, por la rapidez con
la que se extiende; la reacción ha sido a veces más acertada y otras menos. Nos
ha costado reaccionar. Había que hacer algo y en ocasiones se han dado “palos
de ciego”.
Lo más destacado y positivo ha sido la reacción ciudadana, tanto en el
cumplimiento de las normas establecidas por los Gobiernos, ”Confinamiento y
otros” como por la colaboración en voluntariado para todo aquello con lo que fuera posible
colaborar. Hay sectores de especial relevancia: Sanidad, Fuerzas Armadas,
Ejército y otros menos visibles pero que también están siendo ejemplares.
Como agradecimiento a todos estos colectivos cada día a las veinte
horas hay un aplauso generalizado, saliendo a los balcones, terrazas y ventanas
a participar el él. Suele estar acompañado de música, y ponerse tres canciones
“al menos en mi calle”. Una con el himno nacional u otro que su letra esté
relacionada con el patriotismo o la fortaleza y que eleve la moral. La
segunda que la letra manifiesta
agradecimiento a todos estos colectivos de “Héroes”. La tercera de ambiente
festivo para que el ánimo no decaiga y se contagie. “Ayer justo enfrente de mi
balcón había una pareja de personas mayores, calculo 80/85 años y se pusieron a
bailar “la Yenka”. Emocionante, entrañable. Participaban en la idea común con
la que todos lo hacemos y al mismo tiempo como alegría por no haber sido
afectados directamente. “Con especial dureza este
virus está atacando a las personas mayores y es más letal que en personas más jóvenes.
Las banderas de los
organismos oficiales están a media asta en
señal de luto. En miles de balcones y
ventanas de cada domicilio hay banderas, y cada día van en aumento, espero y
deseo que mejor antes que después se les incorpore un crespón negro. Creo que en breve también se empezará a guardar un minuto
de silencio por todos los fallecidos, que son miles. Esto puede parecer
y lo es un mensaje de tristeza, pero es que es la realidad.
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