Odisea para salvar a su hija… de la droga.
Capítulo 3º.- Acceso a la Universidad.
En la nueva temporada,
Noelia (ya tiene 18 años) hace los
exámenes de acceso a la Universidad, “Junio/Julio”, pero no da el mínimo
exigido y no puede acceder a estudiar ninguna carrera. Se plantean hace un curso
de FPB (Formación Profesional Básica) para ver si poco a poco va encontrado
algo que le ilusione.
Con frecuencia los
fines de semana los pasa fuera de casa, unas veces con una justificación y
otras con otra distinta. Los padres intentan parar un poco esta nueva forma de
vida, pero no es posible, ya es mayor de edad y no pueden obligarle. Lo que
empezó siendo los fines de semana a veces va aumentando a uno o dos días más, sin razonamientos sensatos
que lo justifique. No hay un control en el horario de vuelta a casa por la
noche, incluso los días de semana. Cuando llega se va directamente a su cuarto
y los padres no ven en el estado que llega. Si que observan que va teniendo un cambio
en su personalidad, como de estar un poco desconcertada o ausente, pero hablarlo
con ella es casi imposible.
Lo del curso de FPB ha
sido ganas de sacarle la matrícula, o quizás una justificación para Noelia para
que parezca que está invertida o estudiando algo. Nada más lejos de la
realidad.
Hacen la consulta con
un psicólogo y les dice lo que ellos no querían oír aunque lo temían (hay algo
de drogas por medio). La convivencia empieza a deteriorarse, ya no solo con
Noelia, si no entre el resto de la familia, la tensión, el estrés, el intentar
ocultarlo ante los hijos más pequeños, hace que Rubén y Esperanza empiecen a
tener problemas entre ellos también, pese a ser los dos perjudicados en la
misma forma.
Hacen de nuevo consulta
con un psicólogo (pero esta vez para ellos) y la opinión de este es que tienen
que poner las cosas claras con su hija, y tener una vida normalizada en su
comportamiento en general, o tendrá que decidir entre su familia y su casa o
buscarse un trabajo y un sitio para vivir. No puede permitir que no solo ella
sea la que no está teniendo el camino
adecuado, si no que está perjudicando a toda su familia. La conversación que
tienen con Noelia es clara, sin alteraciones, con razonamientos pero sin opción
a medias tintas. Cambia o se busca la vida fuera de casa. Ya que no le pueden
obligar al ser mayor de edad, también entienden que debe ser responsable con
elegir el camino que prefiera. Su decisión es vivir por su cuenta, fuera de
casa. Se lleva un poco de ropa en la mochila y su guitarra.
Van pasando los días
con la esperanza que en cualquier momento cambie de opinión, que se dé cuenta
de que no ha elegido el mejor camino y vuelva a casa; pero eso no sucede. Pasan varios meses sin saber nada de ella. Un
conocido de la familia dice haberle visto en un parque con un grupo de
personas, de los llamados marginales. El impacto en Rubén y Esperanza es
desolador. Intentan que Carlitos y Sara no conozcan la situación de Noelia,
pero no va a ser fácil mantenerlo en secreto, los hermanos ya tienen una edad,
en especial Sara debe saberlo. Van a esperar un poco a ver qué deciden.
Rubén y Esperanza
valoran las opciones que pueden tener para intentar de alguna forma localizarla
y ver la posibilidad de recuperarla y que vuelva a casa, sacarle de esa vida de
marginalidad en la cual parece que vive.
Rubén empieza a dedicar
las tardes a ir conociendo las zonas y sitio donde se suelen reunir estos
grupos, para ver si le puede localizar, verla
y hablar con ella. No es fácil, hay muchas de estas personas y los
sitios donde suelen hacer su vida, no
son ni muy agradables para ellos ni de fácil acceso a cualquiera que no
pertenezca a ellos. Pasa el tiempo y no consigue nada.
Decide ir con una foto
suya preguntando a las personas que se mueven en ese mundo, pero no es fácil,
la mayoría de las veces recibe el rechazo, a veces hasta le insultan. La verdad
es que la vestimenta que lleva, lo facilita. Decide dar un cambio importante en
su indumentaria para ver si le acogen mejor, al menos le escuchan, pero sigue
siendo difícil, para ser aceptado es necesario ser parte de su ambiente, de sus
formas de hablar, de vestir, de ver la vida, y solo un cambio de indumentaria
no es lo suficiente. Pero lo que no puede hacer es formar parte de ellos. Habrá
que intentar otra forma.
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