avvfénix.blogspot.com.es 01/02/2021
“Sevilla es la ciudad con más Naranjos del Mundo “
¿Por qué Sevilla es la ciudad con más naranjos del mundo?
El olor de Sevilla es el azahar y no es porque le siga oliendo a Los del Río, sino porque tenemos la ciudad con más naranjos a nivel mundial.
A todo el que llega a la capital hispalense le sorprende el hecho de que muchas de sus calles estén inundadas de un gran olor a azahar (y en otras zonas a boñiga de caballo, pero eso ahora no nos atañe). La razón es muy sencilla: hay unos 40.000 naranjos repartidos por toda la ciudad a modo ornamental. Alrededor de 1.700.000 kg de Naranjas se recogen al año en estos 40.000 árboles.
Te preguntarás, ¿tenemos tantos miles de naranjos porque a nuestro alcalde quería hacerle la competencia a Valencia? ¿Es una campaña de marketing de Ciudadanos? ¿Es un homenaje la mascota de la Copa Mundial de Fútbol del 82? Obviamente, todas las respuestas anteriores son incorrectas. La verdadera razón reside en la mitología griega.
Hércules, fundador mitológico de Sevilla, como buen héroe cumplió los 12 trabajos que le impuso Euristeo. Uno de ellos, era robar el ganado de Gerión en Eriteia (Cádiz) y para ello rompió la cordillera que hoy es el estrecho de Gibraltar. Después de acometer esta misión, cruzó a África para conseguir la manzana de oro de inmortalidad, la cual se vincula con la naranja. Antes de su siguiente encomienda (sacar al perro del tres cabezas, Cerbero, del infierno), Hércules se tomó un descanso con su manzana dorada, la naranja.
Al margen de las razones mitológicas, la naranja amarga, variedad de los naranjos sevillanos, se introdujo en Europa gracias a los marinos genoveses. Este especie procedía de Asia y allí se asociaba a la felicidad de su dueño. Por ese motivo, los árabes plantaron naranjos por toda España, especialmente en el sur.
Solo en 1970 había 5000 naranjos. Esta «fiebre naranja» también se expandió gracias a la creencia que vinculaba los naranjos con la felicidad (la misma estrategia de Coca-Cola aplicada en la Edad Media). A partir del siglo XII, esta creencia se hizo tan popular, que comenzaron a plantarse árboles en las calles. De hecho, a finales del siglo XII se construyó el Patio de Naranjos de la Catedral.
Al margen de los motivos citados, el naranjo en Sevilla también se instauró por motivos medicinales, ya que en la Edad Media sus flores se usaban como aceites y esencias curativas. Además, es importante mencionar que los árabes querían convertir Sevilla en centro mundial del perfume, de la misma manera que lo eran otras ciudades como Damasco o Bagdad.
A día de hoy, hay una gran industria en torno a la recolección de naranjas e incluso hasta personajes públicos, como la reina Isabel II, que desayuna mermelada de naranja sevillana en Buckingham Palace. Sin embargo, aunque la naranja amarga se use más en mermelada británica, también se utiliza en la elaboración de licores, vinos, cremas, masas y hasta chocolates.
A ver ahora quién se atreve a negarte que Sevilla no huele a azahar.
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