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avvfénix.blogspot.com.es 14/05/2020
La fábula de
la recompensa
del esfuerzo.
Un hombre
encontró un capullo de mariposa y lo llevó a su casa para observar a la mariposa
cuando saliera del capullo.
Un día notó
un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar por varias
horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir. El hombre la vio que
forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero,
hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues
aparentemente no progresaba en su intento. Parecía como que se había atascado.
Entonces el hombre, sintiendo lástima, decidió ayudar
a la mariposa y con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo
más grande, y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo.
Sin embargo,
al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y
dobladas.
El hombre
continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante, las alas se
desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se
contraería al reducir lo hinchado que estaba.
Ninguna de
las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en
círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás logró volar.
Lo que el hombre, en su bondad y apuro, no entendió
fue que la restricción de la apertura del capullo y el esfuerzo de la mariposa
por salir por el diminuto agujero, eran parte natural del proceso que forzaba
fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que alcanzasen el tamaño
y fortaleza requeridos para volar.
Al privar a
la mariposa de la lucha, también le fue privado su desarrollo normal.
Moraleja: Si
se nos permitiese progresar
en todo sin obstáculos,
nos convertiríamos
en inválidos.
No podríamos
crecer y ser
tan fuertes
como podríamos
haberlo sido a
través del
esfuerzo y la
constancia.
Cuántas veces hemos querido tomar el camino fácil para
salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para
encontrarnos al final un resultado insatisfactorio, y a veces desastroso.
¡Sí luchemos y esforcémonos
por alcanzar
metas!.
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