. avvfénix.blogspot.com.es 01/05/2020
Historias que
emocionan. Capitán el perro
que…
Cuando todo lo que nos rodea es motivo de preocupación, malestar,
privación de libertad de movimientos. Cuando
parece que si la actualidad es
preocupante, el futuro a corto y medio
plazo todavía lo va a ser más. Cuando los hábitos y costumbres que formaban
parte de nuestro bienestar se va a ver seriamente afectados, y que algunos de
ellos solo van a quedar para el recuerdo. Historias
entrañables como la de Capitán, nos resultan muy gratas.
Cuando la
realidad es
bastante
gris, miras al
cielo y compruebas que el tiempo no va a mejorar, “al menos de momento”, que
está oscuro y lleno de nubes, sin claros, con posibilidad de que lo que hasta
ahora ha sido llover, hacer frio y mal tiempo, puede empeorar y que se
convierta en tormenta, en tempestad, y que no estábamos preparados, nos ha
cogido casi de improviso, las alertas de seguridad no nos advirtieron de lo que
podía pasar, nos sentimos un poco indefensos.
Nos queda la Esperanza, la
confianza en nosotros mismos, la paciencia en el manejo de los tiempos.
Y un pequeño claro de luz que se vislumbra en las nubes, que irá creciendo y con el tiempo nos llevará de nuevo a la estabilidad; mientras tanto a esperar y a poner nuestro grano de arena para que el tiempo de espera se acorte en la mayor medida posible.
Y un pequeño claro de luz que se vislumbra en las nubes, que irá creciendo y con el tiempo nos llevará de nuevo a la estabilidad; mientras tanto a esperar y a poner nuestro grano de arena para que el tiempo de espera se acorte en la mayor medida posible.
”Tener la capacidad de aceptar lo que no podemos cambiar,
el valor de cambiar lo que podamos, y la sabiduría de saber distinguir la
diferencia”
Capitán, el perro que vive junto a la tumba de su
dueño
Desde que
Miguel murió, su perro Capitán se siente muy solo. Una de las formas que
tiene de expresarlo y estar más cerca del que fue su amo y cuidador es
acercándose cada día a la tumba, en la ciudad argentina de Córdoba, y
tumbándose encima.
Según
explicó la esposa de Miguel, el perro fue un regalo para su hijo. Días después
de la muerte de Miguel, Capitán desapareció de casa; estuvo durante un tiempo
durmiendo en la calle, hasta que le perdieron el rastro.
Un día,
madre e hijo fueron a visitar la tumba de Miguel y se encontraron allí a
Capitán. "El perro se nos acercó ladrando, como si llorara",
confiesan. Aunque lo llamaron el can permaneció inmóvil, en la tumba. Una
semana más tarde volvieron al cementerio y se toparon de nuevo con Capitán.
Esta vez regresó con ellos a casa, pero sigue visitando la tumba de Miguel a
diario.
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