Hace unos meses dirigí un escrito a la Junta de Andalucía y al
Ayuntamiento de Sevilla por medio de su distrito, sobre el interés de colocar desfibriladores en
muchos sitios, así como de dar cursos mediante los talleres de los
Ayuntamientos para conocer su utilización, en caso necesario. También lo hice a
Mercadona central y a otras cadenas de supermercados.
Cuando hice esta propuesta desconocía el precio que estos tenían, hoy
veo que estos se pueden instalar por un sistema de alquiler (renting) por unos 25
€ mensuales de media, lo que me hace pensar que no solo se deberían instalar de
una forma masiva, tanto en sitios oficiales que dependan del Estado, Comunidad o Ayuntamientos, como en
negocios de todo tipo, una de las exigencias en la solitud de apertura de
cualquier negocio por pequeño que sea, sería la obligatoriedad de instalarlos,
comunidades de vecinos etc…
Esto tenía que ir apoyado por una campaña de publicidad institucional,
tanto en su concienciación y conocimiento del ciudadano en general como su
utilización por cualquiera llegado el momento y la necesidad. Seguro que
merecía la pena, se salvarían bastantes vidas, y solo con una ya estaría
compensado todos los que se pudieran poner en España.
Con un lema “lo
poco que cuesta y lo mucho que vale”
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