viernes, 3 de julio de 2020

Fábula para la reflexión. Un hallazgo sorprendente


                                  


.                                                  avvfénix.blogspot.com.es         03/07/2020

Fábulas para la reflexión.-  Un hallazgo sorprendente

Las fábulas son una fuente de riqueza cultural extraordinaria, de una forma amena y sencilla cuentan para que se entienda bien todo lo que quieren decirnos de una determinada cosa. Son amenas, divertidas, invitan a la reflexión, a mejorar el  comportamiento de las personas tomando como base sus experiencias y lo que quieren transmitir. La amplitud de los temas es muy amplio, siempre expuesto con sencillez. La lectura de ellas nos invita a la reflexión. La mayoría son cortas, se necesita muy poco tiempo para disfrutar de una de ellas, y seguro que la recompensa que vamos a obtener va a ser generosa y acertada.   

Copiado de Lamentees  maravillosa.  Edith Sánchez·  26 Enero, 2019
Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas al
26 Enero, 2019

Había una vez un hombre muy trabajador, en una aldea de campesinos. Tenía unas tierras fértiles y, sin embargo, se veía limitado por un gran problema: no contaba con un pozo. El agua se encontraba muy lejos de su territorio y eso significaba grandes dificultades para él.

Todas las noches tenía que caminar más de tres kilómetros para ir al pozo más cercano. Volvía muy tarde en la noche, con vasijas llenas de agua. Esto le permitía surtir sus necesidades básicas y alimentar la tierra, pero era demasiado agotador. Sus vecinos no le ayudaban.

Harto de esta situación, el hombre decidió cavar un pozo. Era un trabajo demasiado arduo para una sola persona, pero no tenía alternativa. Estuvo más de un mes con esa tarea y por fin lo logró. Un vecino le preguntó por la tarea y el campesino le contestó.         “ Cavé un pozo y en el fondo encontré a un hombre”. 

La noticia se esparció rápidamente por todos los rincones. Causó tal conmoción que el propio rey de aquellas tierras mandó llamar al campesino para que le explicara lo ocurrido. “Mi señor” dijo él  “Antes de tener el pozo, mis brazos estaban siempre ocupados llevando y trayendo agua. Ahora mis brazos están libres para trabajar la tierra: he recuperado a un hombre que soy

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