domingo, 24 de diciembre de 2017

Te vas para no volver ( Relato)


                                                                 





Te vas para no volver.-       Relato.-                                            24/12/2017

Era un día como otro cualquiera, nada  indica  que iba a ser diferente a otros, al levantarme lo primero fue poner un café cortado para que ayudara a despertarme, mientras iba preparando todo lo necesario para el desayuno…  Carlos mi compañero y padre de mis dos hijos estaba en la ducha, Marian la mayor (nueve años) estaba despierta pero le costaba tomar la decisión de retirar las sábanas y levantarse, Eduardo el pequeño (cuatro años) lo costaba más despertarse, había que llamarlo varias veces y cuando le dejaba ya despierto y volvía a los pocos minutos se había vuelto a dormir…  Era un pequeño diablillo estaba todo el día en movimiento, no paraba ni un momento, jugaba, corría, saltaba… con una vitalidad increíble, no se cansaba nunca, cuando llegaba final de la tarde y pasaba a la ducha esto le servía de relajación, a la  hora de la cena tenía que estar pendiente de él porque se dormía, me costaba trabajo que se lavara los dientes, nada más entrar en la cama y antes de que le tapara ya se había dormido……………. Marian le gustaba ser una mujercita, cuando se levantaba se lo hacia todo ella sola, si intentaba prestarle ayuda decía que no la necesitaba, que ella era ya mayor para hacerlo sola……. Carlos había terminado ya de ducharse… Los cuatro estábamos ya en la mesa desayunando  para salir cada uno en la dirección a la que tenía que acudir…. Carlos a su trabajo, era ingeniero informático, trabajaba en una empresa de alta tecnología, le gustaba su trabajo, le reconocían la labor que desarrollaba y le respetaban y apreciaban, era feliz en aquella situación….. Marian y Eduardo  iban los dos al mismo colegio, les dejaba Carlos al ir a su trabajo, le cogía casi de camino, yo les recogía a la salida…. Yo me quedaba en casa, me lo permitía mi trabajo, era decoradora de interiores, la oficina la tenía mi domicilio, no estaba sujeta a unos horarios concretos si bien era una persona disciplinada y le dedicaba el tiempo que debía para poder desarrollar una labor eficaz y eficiente……….. Éramos una familia feliz, nuestra economía estaba saneada, nos permitía vivir sin problemas económicos, la salud se portaba muy bien con nosotros, en resumen casi la familia ideal que todos queremos tener…….. 8,30 de la mañana la hora de salida, todos al coche y cada uno a su labor, nos despedimos con el mismo beso, las mismas palabras, la misma sonrisa, las mismas recomendaciones, la misma emoción que tenía al despedirles, esa que produce la felicidad y la satisfacción de vivir ese momento mágico  de la despedida, sabes que el reencuentro va a ser dentro del mismo día y de pocas horas………… Aquella despedida fue la misma de todos los días pero iba a cambiar el curso de nuestras vidas, iba a ser la última que tuviéramos los cuatro y produjera esas sensaciones positivas, si hubiera sabido que iba a ser así les hubiera retenido en casa, todos juntos, con el pretexto que fuera, pero no fue así, nada me hacía pensar que todo iba a cambiar……… Al dejar los niños en el colegio Carlos me envió el mismo mensaje de todos los días, (misión cumplida, te quiero) volví a tener un suspiro de satisfacción, era muy feliz………. Sobre las doce  de la mañana recibí una llamada de su centro de trabajo, preguntaban si Carlos estaba enfermo, no había llegado y más que por necesidad les extrañaba porque si algún día tenía que llegar tarde lo avisaba con antelación, era persona muy ordenada y respetuosa…… Esa llamada no solo me sorprendió si no que me preocupó, en ese momento me costó reacciones, que ha pasado, porque no me ha dicho nada, donde está, que le ha ocurrido, que debo hacer…….. Pronto empecé a reaccionar, a hacer llamadas, a amigos, familia, Policía, Hospitales, a ver si alguien me daba noticias o me decía algo. Según pasaban los minutos y hacia más llamadas me iba poniendo más tensa, irritada, enfadada, bloqueada, nerviosa, poco a poco iba perdiendo el control…… Fue en ese momento entre llamada y llamada, sonó el teléfono, lo miré temiendo lo que  pudiera oír, que me dijeran algo que no me iba a gustar, lo cogí con desesperación y con miedo, con rapidez y con nerviosismo…….. La llamada fue la peor que podía esperar, había ocurrido un accidente……………….. en ese segundo cambiaron nuestras vidas,…… para siempre-----------------------                                                   
                                                                                                            
                                                                                                                           

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