sábado, 6 de marzo de 2021

La decepción de Cris. Historias del día a día

           

           avvfénix.blogspot.com.es                06/03/2021               

Historias del día a día.         Relatos cortos

La decepción de Cris. 

Enero de 2021, Viernes tarde. En la ciudad de Sevilla, la mayoría del tiempo la temperatura es buena. No suele llover mucho, pero a veces lo hace con fuerza. Eran las cinco de la tarde, Cris se encontraba concentrada en su trabajo de revisión de documentación del negocio que regenta. Oía llover, pero no le preocupaba ni le distraía, más bien era un sonido de fondo que le acompañaba, pero no era desagradable.

El apartamento de Cris no es grande, lo suficiente para ella, vive sola. Un dormitorio, salón, cuarto de baño y cocina tipo americano. Se encontraba en el salón. Le apetecía tomar un café. Se levantó dispuesta a hacerlo. Para pasar a la cocina tenía que pasar delante de la puerta del dormitorio. Pasó un poco de largo, dirigió una  mirada rápida, como de costumbre, y no vio nada extraño, pero algo le pareció ver que no encajaba con la vista que tenía otras veces. Se estaba preparando el café, pero algo le decía que algo pasaba, estaba un poco intranquila. A la vuelta con el café al salón, miró de nuevo el dormitorio, y ahora si notó algo que no encajaba, diferente  a otras veces,

Miró detenidamente, y ahí estaba el motivo. Había una mancha  de agua en la parte de arriba de la pared. No era grande, pero parecía que según pasaba los minutos iba agrandando un poco, un poco después una nueva, más tarde el agua iba bajando de las manchas a lo largo de la pared hasta el suelo.

La reacción y el cambio fue automática. Sorpresa, preocupación, enfado, desconcierto. Pasados los primeros minutos, la reacción fue rápida. Cris es una persona joven, inteligente, con capacidad de encajar los inconvenientes que da la vida misma, en el día a día, con experiencia, tolerante, positiva, de reflejos rápidos.       

Pone la maquinaria en marcha para la solución del problema. Contacta con la dueña del apartamento  para informarle y buscar una solución, si era posible instantánea, o al menos muy rápida. Le pide contacte y le facilite a ella,  si lo tiene el teléfono de los vecinos del 4º B del bloque pegado al suyo, y se supone que por su terraza es por donde se cuela el agua de la lluvia. 

Vecinos del 4º B.

Un matrimonio de jubilados, (en adelante Carlos) que en ese momento están tranquilos en su piso, oyendo llover y agradecidos a la vida por poder estar disfrutando de ese día, no tienen nada que les preocupe, y eso es más que suficiente.

No saben que en ese momento va a cambiar la tranquilidad de la que disfrutan, por las llamadas de Cris y de la dueña de su piso, casi al mismo tiempo las dos. (Su experiencia en la vida les ha enseñado que en cualquier momento la vida te puedo dar un cambio, sin esperarlo, a veces sin haber participado en el motivo que produce ese cambio. Y lo que es más frecuente que esos cambios la mayoría de la veces, no son positivos, o para mejorar, si al contrario). Y les llegó ese momento, producto de esas dos llamadas.

 

Los primeros minutos son de preocupación, por algo que no va bien en  su terraza, le está entrando agua y perjudicando a una vecina. La primera impresión es de culpabilidad,  aunque no de una forma directa, pero si como consecuencia de su propiedad. Pero reaccionan rápido. En la hora siguiente las veces que hablan con Cris son varias, para intentar ver la mejor solución en el menor tiempo posible.

En primer lugar le trasmiten tranquilidad a Cris que van a hacer todo lo posible, y a la mayor brevedad. Suben a la terraza pese a ser una tarde desapacible de fuerte lluvia, con aire y frio. Solo hay un sitio por donde creen que puede entrar el agua. (Pero claro, dentro de su desconocimiento). Tienen miedo de que estar en la terraza con ese tiempo pueda perjudicarles en la salud, son personas de riesgo alto, pero hay que hacerlo.

Se compra un bote de silicona para agua, como medida de urgencia. Se intenta poner, pero  al estar la zona mojada, la repele. Se cubre toda la zona con plásticos. De momento no se puede hacer más. Es Viernes tarde, ha empezado el fin de semana. No es posible localizar una empresa para la reparación, aunque si lo fuera con la lluvia no se podría hacer, tocaba esperar. Carlos pide el favor a un vecino de su bloque, que Arquitecto para que vea lo que ocurre y le diga la mejor y más rápida solución posible. Sube a ver la terraza y el piso de Cris. Le informa que aunque esto ocurre en su terraza privada, el no es responsable, esto pertenece a la Comunidad. Eso es un alivio en la responsabilidad, pero no en la preocupación y el deseo de solución urgente que tiene Carlos, y así sigue actuando.

Al día siguiente Sábado, Carlos se desplaza a un almacén de material de construcción, para que le asesoren que puede hacer, él que no entiende nada de eso, además no está en la categoría de los llamados manitas. (Pero algo hay que hacer urgente, ese mismo día). La solución que le dan la pone en marcha. Y acierta, es eficaz y evita la entrada de agua. Hoy dos meses después es la única solución que se ha aportado, el resto todo sigue igual. 

Lunes. Se activan las diferentes opciones para la solución. Cris y Carlos, avisan a sus seguros particulares, en los dos casos hay la misma respuesta. Pertenece a la Comunidad. Se avisan a los seguros de la Comunidad de los dos bloques. Ambos cubren los daños producidos a  Cris (la pintura) pero no la parte de albañilería de la reparación de la Terraza.

Las dos Comunidades se intercambian información para la reparación, se supone que el pago debe ser compartido, al producirse la entrada del agua por la unión de las dos paredes de los dos bloques. (Empieza el baile de la falta de empatía, y responsabilidad).  

Visitas y más visitas para ver el siniestro, de seguros, de presupuestos, de peritos… pero de soluciones, nada. Comunicación entre las comunidades, o así debería ser, pero en parte falla, y sin eso no puede haber solución. Cris, presiona al Presidente de su Comunidad. Carlos al de la suya, las respuestas no son negativas, pero tampoco eficientes o satisfactorias.

Y ahí está el motivo del título de este Relato. La decepción de Cris. No puede entender que por la falta de voluntad de alguna/s personas, y de cumplir con su obligación en   las comunidades, en especial la del Presidente de su bloque, ella esté viviendo esta pesadilla, que ya dura dos meses. Y hasta cuándo?  Se siente impotente, enfadada, (y con razón). Y que puede hacer?. Denunciarles?. Que va a conseguir? 

Resumen.

La dejadez y falta de interés de casi todas las partes, hacia algo que se podía haber solucionado con rapidez, y como consecuencia la decepción, enojo e impotencia de Cris, la más perjudicada de todas las partes y la que menos responsabilidad tiene. Una palabra, una respuesta, el cumplimiento de la obligación, de cada uno, un poco de empatía. Uno o cinco minutos de tiempo de una persona, pueden hacer mucho a favor y evitar el sufrimiento y la preocupación de otra durante mucho tiempo.

 

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